El herbario de Raistlin por Dalamar, su discípulo

Los siguientes pergaminos son fragmentos salvados del volumen Propiedades sobrenaturales de las hierbas de Krynn, que en su día compendió Raistlin Majere, mi shalafi. Yo, Dalamar, encontré estas páginas incompletas en una antigua cómoda de madera de vallenwood que adornaba el estudio del maestro en la Torre de la Alta Hechicería de Palanthas. Aunque sellaban el mueble poderosas runas, logré aplicarles un antídoto mágico que me franqueó el acceso a su interior. Cómo se separaron específicamente tales hojas del resto del tomo es algo a lo que sólo puede responderse con conjeturas. Presumo, en base a la información que contiene, que el shalafi estudió algunos de los textos para practicar vivisecciones en el laboratorio de la planta inferior. También es probable que consultara otros a fin de adquirir control de ciertos agentes e individuos en sus viajes a través del tiempo.

Recomiendo extremada cautela a quienes intenten realizar los hechizos aquí publicados. Los neófitos se abstendrán de elaborar las recetas herbarias, mixturas y pociones arcanas descritas a continuación. Se incluyen las fórmulas con la exclusiva finalidad de proporcionar beneficios espirituales a los entendidos.

(…) así es como las runas enaniles, con sus ingentes energías místicas pero ignoradas por las otras razas de Krynn, se asocian a los más diversos procesos cósmicos y cosmogónicos de esta tierra.

Hierbas: virtudes sobrenaturales

Que las hierbas —comprendidos árboles, especias, flores y demás elementos afines— están vinculadas a las experiencias supranormales y los poderes mágicos es un hecho innegable, más todavía al hilo de lo expuesto en el anterior capítulo sobre runología enanil. Acto seguido se establecen correlaciones entre la botánica y las fuerzas arcanas —o físicas—, extraídas a partir del estudio de textos debidos a Fistandantilus, Stefor (el enano ermitaño) y otros herbarios de reconocidas aptitudes en el campo de la hechicería.

  1. Aguja de Venus: Forma un halo de misterio; indispensable, por su carácter secreto, en los hechizos de ocultación; curiosamente, excita el deseo sexual. (Nota de Dalamar: Enviar poción a Tika y Caramon en sus esponsales).
  2. Amaro: Aumenta la integridad mental y física; potencia la creatividad del mago.
  3. Beleño: Crea un escudo energético de protección; intensifica las experiencias sobrenaturales con las entidades astrales superiores.
  4. Hierba de San Lorenzo: Magnifica los poderes mágicos en los rituales de grupo; elimina tensiones e incertidumbres personales; cura heridas graves, aunque sólo debe usarse con los físicamente fuertes; los más débiles sufren una conmoción. (Nota de Raistlin: Apropiada para Sturm, Caramon y Tanis. Nota de Dalamar: Probar en un kender a fin de detectar la magnitud del deterioro).
  5. Lino: Ajusta poderes mágicos de entre dos y cuatro puntos focales; regenera energías físicas perdidas en el acto de invocar sortilegios.
  6. Lirio del valle: Protege de los seres astrales inferiores; estabiliza los poderes dentro del mago; propicia la metamorfosis física: sólo de las mujeres.
  7. Mandrágora: Disipa el agotamiento físico, la confusión mental y las tendencias neuróticas; salvaguarda de las fuerzas nocivas; incrementa el poder personal, siempre que se use durante la conjunción de dos de nuestras lunas y un planeta retrógrado. (Nota de Raistlin: Idónea para Crysania).
  8. Muérdago: Acrecienta el potencial psíquico para adivinación, proyección astral o telequinesia; asegura el éxito en iniciativas financieras.
  9. Musgo esfagníneo: Invoca a los espíritus terrestres beneficiosos; mejora la forma física del mago; en emplasto, contiene hemorragias y cura heridas leves.
  10. Ortiga: Absorbe las energías mágicas que proyectan nuestro sol y las tres lunas en la psiquis del mago; amplía los poderes psíquicos/parasiónicos.
  11. Prímula: Eleva la clarividencia intelectual; establece armonía entre las fuerzas/energías mágicas en conflicto.
  12. Sauce: Aumenta la fuerza vital; guarda contra los muertos vivientes; refuerza psíquicamente para desafíos tales como exámenes iniciáticos: en particular la Prueba; ayuda a concebir y moldear poderes mágicos nebulosos en el acto de la vivisección y, en general, contribuye a la creación de entes no humanos ni emocionales.
  13. Siempreviva: Provoca amnesia parcial de los acontecimientos recientes: muy útil contra seres ajenos a la hechicería; mezclada con vejigas de sapo, estimula la meditación de los magos en trance.

(…) recordando, una vez más, que estas hierbas que gobiernan las energías respectivas —no necesariamente físicas— deben quemarse en un brasero de cobre, o bien en un horno cavado en la tierra, para producir efectos significativos.

  1. Cráneo frontal psiquis — muérdago.
  2. Frente: intelecto — rubia.
  3. Ojos: percepción — acónito.
  4. Boca: comunicación — flores de manzano.
  5. Garganta: finanzas; prosperidad — espino.
  6. Oído: equilibrio físico y mental — canela.
  7. Cuello: conciencia de lo sobrenatural — ajo.
  8. Pecho: carisma — mejorana.
  9. Corazón: temperamento — trinitaria.
  10. Brazo: liderazgo — romero.
  11. Mano: dotes artísticas — enebro.
  12. Dedos: manipulación de poderes mágicos — ruibarbo.
  13. Abdomen: constitución — musgo esfagníneo.
  14. Genitales: procesos generativos — aguja de Venus.
  15. Rodillas: meditación; experiencias rituales — ajea.
  16. Pierna: movimiento; viaje — hierba cana.
  17. Pie: afiliaciones políticas — lino.
  18. Dedos pie: cimientos de la magia — historia.

(…) atestiguan la importancia del color la mayor parte de los artilugios mágicos: accesorios para realzar las túnicas, diseños de amuletos, piedras preciosas en anillos y varitas, y así sucesivamente.

Indicamos algunos de estos nexos entre los colores y las energías sobrenaturales. Para una aproximación más global, se añade una lista de hierbas, frutos, especias y árboles.

  1. Blanco. Procesos purificadores; sublimación de energías supranormales deseadas. Caña de azúcar, rosas blancas, capullos de magnolia.
  2. Amarillo o dorado. Conciencia de las energías solares; inducción de energía y capacidad creativas; fortalecimiento del carisma personal. Hojas de fresno y espino, mejorana, azafrán, semillas de girasol. (Nota de Raistlin: Indisociable de Caramon, aunque nada tiene que ver con Kitiara).
  3. Naranja. Desarrollo de energías personales o artísticas positivas; «fuego de la vida y del amor». Mondadura de naranja, claveles coronados o clavelones —especies anuales y perennes—, dalias, hojas de arce.
  4. Rosa. Tranquilidad, especialmente para meditar y proyectarse a planos astrales; autoestima y autoaceptación; relaciones kármicas positivas con amigos y familiares. Claveles de todas las variedades, rosas del color que les da el nombre, lilas, comino, pimienta de Jamaica.
  5. Rojo. Amplificación de energías psíquicas y mágicas, sean positivas o negativas. Hojas de fresno, roble o saúco, acebo, manzana —sólo el fruto—, frambuesas, pimienta roja, clavo de especia.
  6. Verde. Equilibrio de energías y poderes mágicos; curación física. Turba, hinojo, corteza de abedul, agujas de pino y de Venus.
  7. Azul. Mejora las facultades intelectuales; mantenimiento de la serenidad mental. Salvia, tulipanes, jacintos de agua, abeto, tejo, corteza de vallenwood.
  8. Morado o púrpura. Fortalecimiento de energías y experiencias sobrenaturales; templanza y tolerancia; protección mágica. Lobelia, (…)

Clasificación según propiedades medicinales

(…) Influyen en los procesos curativos y preventivos. Es, por lo tanto, esencial conocer el valor medicinal de árboles y arbustos, sobre todo en las artes arcanas de regeneración y vivisección. Se transcriben los símbolos alquímicos para que puedan efectuarse las oportunas formulaciones.

  1. Roble. Corteza interior: encías, vasos sanguíneos, garganta. Bellotas: vesícula biliar. Hojas: riñón, hígado, bazo (Nota de Fistandantilus: Treinta gramos de corteza interior de roble ablandados en dos tazas de agua y utilizados en gargarismos curan las anginas y eliminan la mucosidad catarral).
  2. Pino. Corteza exterior (desmenuzada): garganta, amígdalas. Agujas (hervidas): riñón.
  3. Abeto balsámico. Hojas: pecho, pulmones. Aceite de brotes tiernos: vesícula biliar.
  4. Balsamina. Corteza interior: labios, cuero cabelludo, piel.
  5. Eucalipto. Hojas: pulmones, conductos bronquiales, nariz.
  6. Haya. Hojas/corteza: hígado, riñón, vesícula biliar. (Nota de Raistlin: La infusión de hoja de haya, previamente puesta en remojo durante treinta minutos y sumergida en una taza de agua hirviendo, calma los nervios y los calambres estomacales. Las hojas de haya también son eficaces, una vez bañadas en agua tibia y finamente trituradas, en el tratamiento de furúnculos y erupciones de la epidermis).
  7. Melocotonero, Fruto: estómago, intestino, hígado.
  8. Cerezo. Corteza: corazón, conductos bronquiales, pulmones. Fruto: pecho, garganta.
  9. Alerce. Corteza interior: dentadura, pulmones, garganta. (Nota del enano Stefor: El té de corteza de alerce alivia las inflamaciones oculares y los dolores de oído. Para el estreñimiento, se recomienda la infusión siguiente:

    1 cucharadita de corteza u hojas de alerce granuladas;

    1 cucharadita de corteza de cambrón desmenuzada;

    1 cucharadita de raíz de cálamo.

    Introducir el alerce en una taza y media de agua. Calentar, llevando a ebullición, y agregar el cambrón y la raíz de cálamo. Dejar reposar durante treinta minutos.

    Servir.

    Este té no debe tomarse más de cinco veces diarias, por un período máximo de una semana).

  10. Membrillo. Fruta: estómago, intestino.
  11. Enebro. Enebrina: riñón, aparato urinario. (Nota de Raistlin: Mezclando una cucharadita colmada de enebrinas, enteras o picadas, con una cucharadita de hojas de melocotonero granuladas y una cucharadita de malvavisco se obtiene un remedio contra los desórdenes renales o urinarios).
  12. Tamarindo, Corteza interior/madera interior rojiza: sangre, estómago, sistema nervioso.

Algunas recetas útiles

Ungüento básico de hierbas

400 gramos de hierbas a elegir;

600 gramos de manteca de cacao;

1 ¼ kilogramo de cera de abeja, para mantener el ungüento ligado y efectuar una correcta aplicación.

Indicaremos, en primer lugar, que pueden utilizarse hojas, raíces y cortezas, o hierbas secas, granuladas y en polvo, dependiendo la selección en cada caso del tipo de ungüento que se quiera confeccionar. Las hierbas frescas, recién cortadas, deben siempre triturarse antes de su manipulación. Mezclar todos los ingredientes en una olla grande, preferentemente de bronce o de cobre. Cubrir con agua, y someter a sol intenso durante tres o cuatro horas.

A continuación, pasar la mixtura por un tamiz fino o un paño de trama apretada. Dejar enfriar. Cuando el ungüento esté firme y fresco al tacto, extender sobre la parte dañada.

Té de raíz de jengibre

1 cucharadita de raíz de jengibre picada;

1 cucharadita de consuelda;

1 cucharadita de hoja de tabaco machacada;

1 cucharadita de hiedra terrestre delicadamente molida;

1 cucharadita de marrubio negro;

½ cucharadita de pimienta de Cayena en polvo.

Poner a hervir todos los ingredientes en un cazo con tres tazas de agua, o bien de zumo de zanahoria. Cuando rompa el hervor, sacar del fuego y colar en un paño de trama delgada.

Té de mejorana

2 cucharaditas de mejorana;

1 cucharadita de manzanilla;

1 ½ cucharaditas de genciana.

Preparar un té con todos los ingredientes, cuidando de no rebasar las tres tazas de agua.

Elixir sedante de Justarius

30 gramos de pepitas de anís estrellado enteras;

15 gramos de pimienta de Cayena en polvo;

30 gramos de mirra gomífera desleída en leche;

30 gramos de semillas de lohelia machacadas;

30 gramos de escutelaria picada;

30 gramos de col lombarda troceada.

Poner en remojo todos los ingredientes, excepto la pimienta y el anís, en cuatro tazas de agua hervida. Dejar aproximadamente treinta minutos. Tamizar por un paño de trama fina. Calentar con un poco más de agua, añadir el anís y espolvorear la pimienta. Verter sobre la mezcla cuatro tazas de vinagre de manzana. Introducir en un frasco de cierre hermético y conservar en la despensa hasta el momento de consumir.

Emplasto para inflamaciones

12 hojas de saúco;

1 tacita de jugo de bayas de saúco;

½ cucharadita de aceite de oliva.

Hervir al vapor las hojas de saúco, dejándolas hasta el punto en que empiecen a blanquearse. Sacar del fuego, poner en un paño recio, rociar con el jugo de bayas y agregar el aceite. Doblar el paño, atarlo cuidadosamente y aplicarlo a la zona inflamada, donde habrá de permanecer durante noventa minutos. Conviene que el emplasto esté lo más caliente posible, tanto como resista el enfermo.

Augurios meteorológicos

Pronósticos de buen tiempo

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