Prestada tenemos tan sólo la tierra, oh, amigos,

hemos de dejar los bellos cantos,

hemos de dejar las bellas flores.

Por ello me entristezco en mi canto al sol.

Poema náhuatl extraído de

La vida cotidiana de los aztecas

en vísperas de la conquista,

Jacques Soustelle, Fondo de Cultura Económica,

México, 1984, págs. 240-241.