La carta que Azorín ha recibido de Pascual Verdú dice así:
«Petrel…
»Querido Antonio: He leído en La Voz de Monóvar[61] que acabas de llegar a esa. ¡Qué malo que estoy, hijo mío, y cuánto me alegraría de poder abrazarte!
»Te espero mañana en el correo.
»El mal del cerebro ha apretado, y todo se pierde. No tengo ilusión de nada. ¿Qué han hecho de mí?
»Tu infortunado tío,
Pascual Verdú[62].