[1] AF, I, II; Joffre, 189-90. <<
[2] Libermann, 37-50. <<
[3] Hanotaux, V, 221-2; VII, 212, 268; VIII, 76-8. <<
[4] Tanant. <<
[5] Hanotaux, VIII, 76. <<
[6] Poincaré, III, 92; Messimy, 364. Los acontecimientos y discusiones habidos en París durante el 25 y el 27 de agosto, proceden de las fuentes de información siguientes: Poincaré, III, 89-99, 118; Mémoires de Gallieni, 20-1; Hirschauer, 59-63; y de los Souvenirs de Messimy, tercera parte, cap. IV, «Nomination de Gallieni comme Gouverneur Militaire de Paris», 206-28; cap. V, «Le Gouvernement et le GQG», 229-63, y la última parte del capítulo VII, «Le Ministére de la Guerre en Août 1914», «la journée du 25 Août» y «la journée du 26 Aoüt», págs. 364-75. <<
[7] Monteil, p. 37. <<
[8] Cit. Renouvin, 83. <<
[9] French, 84; Arthur, 38. <<
[10] Maurice, 101-2; Hamilton, 52-3; Edmonds, 134. <<
[11] Edmonds, 135. <<
[12] Childs, 124; MacReady, 206; Wilson, 169. <<
[13] Blake, 37. <<
[14] Smith-Dorrien, 400-1. <<
[15] Ibid., 405; Wilson, 168-9. <<
[16] Cit. Edmonds, 169-70. <<
[17] Ibid., 211. <<
[18] Smith-Dorrien, 409. <<
[19] Relato de Edmods que ocupa tres capítulos y sesenta páginas, 152-211, demasiado detallado para dar una clara impresión; Smith-Dorrien, 400-10; Hamilton, 59-79; Maurice, 113-4. Edmonds, 238. <<
[20] J. W. Fortescue, Quarterly Review, octubre de 1919, 356. <<
[21] Edmonds, 291, n. 2. <<
[22] Joffre, 197. <<
[23] Smith-Dorrien, 411. <<
[24] El comunicado dice: «La salvación del ala izquierda del ejército a mis órdenes, la mañana del 26 de agosto, nunca hubiese podido ser posible, a no ser que un comandante de rara y poco frecuente frialdad, intrépido y decidido, hubiese estado presente para dirigir personalmente las operaciones». Después de haberse visto obligado a firmar este documento, sir John dejó paso a su antipatía y no paró hasta lograr destituir a Smith-Dorrien en 1915 y prosiguió su maliciosa vendetta contra él públicamente en el libro que editó después de la guerra. <<
[25] Ibid., 412. <<
[26] Joffre, 195-7; Lanrezac, 209; Huguet, 67; Spears, 233-7. <<
[27] Cit. Edmonds, 204. <<
[28] Bülow, 68-9, 78; Kluck, 51, 63. <<
[29] 182,197-9, 204-5, 215. <<
[30] Briey, declaración de Messimy, 28 de marzo. <<
[31] Kluck, 75. <<
[32] Cit. Maurice, 126-7. <<
[33] Kluck, 76. <<
[34] Príncipe heredero, War Experiences, 59. «Orden general del OHL del día 28 de agosto». Cit. Edmonds, 235. 353 «Deliberación del OHL, en el caso de éxito al final de la guerra». Tappen, 105. <<
[35] Giraud, 538; AF, I, II, 305 ff. <<
[36] Hanotaux, VI, 274. <<
[37] Joffre, 203. <<
[38] De Langle, 20-1, 139; AF, 1, 11, 184-201. <<
[39] Foch, 41-7. <<
[40] Percin, 131. <<
[41] Mayer, 194. <<
[42] Joffre, 209, 212; Spears, 270. <<
[43] Joffre, 203-4. <<
[44] Spears, 256. <<
[45] Lanrezac, 218-9; Spears, 256-7. <<
[46] Mayer, 176. <<
[47] Lanrezac, 282. <<
[48] Lanrezac, 225-6; Joffre, 207. <<
[49] Cit. Pierrefeu, GQG, 132. <<
[50] Texto, Edmonds, apéndice número 17. <<
[51] Spears, 254. <<
[52] Charteris, 21. <<
[53] Smith-Dorrien, 416-7. <<
[54] Bridges, 87-8. <<
[55] Arthur, 37, 39, 43. <<
[56] Corbett, 99-100; Crurchill, 334-5. Asquith en su diario, el día 26 de agosto, registra una discusión con Kitchener, Churchill y Grey acerca de una idea de Hankey (sir Maurice Hankey, secretario del CID) para enviar tres mil marines a Ostende «para complacer a los belgas y preocupar a los alemanes, que evidentemente los supondrían una avanzadilla de otra fuerza mayor». Winston estaba entusiasmado con tal idea. Se concibió como respuesta a las sorprendentes noticias llegadas de Mons y del desastre aliado, que recibió Churchill a las siete de la mañana del día 24 de agosto, cuando Kitchener apareció en su dormitorio «con aspecto descompuesto, como si su rostro hubiera sido golpeado», diciendo con voz ronca: «Malas noticias», al mismo tiempo que alargaba a Churchill el telegrama de sir John French, en el que se le informaba de la catástrofe y terminaba haciendo la proposición de defender El Havre. Se esperaba que con la operación de Ostende se pudieran rechazar hacia la costa algunas de las fuerzas de Kluck, movimiento que se consiguió sólo parcialmente; pero el nerviosismo alemán ante esta amenaza, combinado con los rumores que corrían de desembarcos en tierras rusas, contribuyó a la decisión germana de retirarse hasta el Marne. <<
[57] MacReady, 206. <<