[*] Las fuentes de información relacionadas con los acontecimientos acaecidos a bordo del Goeben y del Breslau, proceden todas de Souchon, Kopp y Krieg zur See, historia oficial de la Marina alemana. De la misma forma, los datos relacionados con los buques británicos proceden de fuentes oficiales y de Corbett, 56-73 (que incluye dos magníficos mapas desgraciadamente demasiado grandes para ser reproducidos), Milne y Churchill, 236-43 y 265-75. El relato de Corbett se publicó primero; el de Milne fue escrito con ánimo de polemizar con Corbett, que según Milne se había portado injustamente con él. Y el de Churchill, aunque no acusa directamente a los comandantes navales, sí lo hace con el Almirantazgo. Esta especie de contrapeso en la culpabilidad se consigue en la obra de Churchill atribuyendo el fallo o el fracaso en detener al Goeben, al destino. El relato de Churchill es aconsejable que se lea con precaución, sin que por ello desmerezca en lo más mínimo su mérito. <<
[1] Krieg zur See, 2.La idea de Tirpitz era que Souchon debía ser puesto a disposición del gobierno turco, «para mandar la flota turca». Tirpitz a Jagow, Kautsky, núm. 775. <<
[2] Emin, 68-9; Nogales, 26: Morgenthau, 30-4. <<
[3] Steed, 1, 377; Morgenthau, 20-4; Nogales, 26-8. <<
[4] Aftermath, 374. <<
[5] Churchill, 524. <<
[6] Las instrucciones del káiser tomaban la forma de notas marginales sobre telegramas de Wangenheim, embajador alemán en Constantinopla; Kautsky, núms. 141 y 149. El káiser se encontraba a bordo de su yate en aquellos momentos, a mediados del mes de julio, y sus notas marginales se telegrafiaban al Ministerio de Asuntos Exteriores, como instrucciones. <<
[7] Emin, 66-8; Djemal, 107-14; correspondencia entre Wangenheim y Jagow; Kautsky, núms. 45, 71, 117, 141, 144, 183, 285. La escritura del tratado firmado por Berthmann-Hollweg corresponde al número 320; el texto final lleva el número 733; y las discusiones más amplias sobre las cláusulas del mismo y su interpretación figuran con los números 398, 411, 508, 517, 726 y 836. <<
[8] Churchill, Aftermath, 377-8; Djemal, 96,104,116; Grey, II, 165-6; Sentimientos de Grey. British Blue Book, II, núms. 1, 2, 3 y 4. <<
[9] Allen, Whitehead y Chadwick, The Great War, Filadelfia, 1916, II, 374. <<
[10] El día 3 de agosto, Wangenheim informó de que Enver era partidario de «declarar la guerra inmediatamente», pero los otros ministros se oponían a ello; Kautsky, núm. 795. <<
[11] Souchon, 33. <<
[12] Souchon da la conversación palabra por palabra, 37. <<
[13] BD, XI, 480. <<
[14] Churchill, 237-8. <<
[15] Ibid., 272. <<
[16] Fisher, Letters, II, 451, 22 de abril de 1912. <<
[17] Págs. 418, 447, 451, 458. <<
[18] Churchill, 239; tercera orden a Milne, ibid. <<
[19] Poincaré, II, 279-80. <<
[20] Capitán Voitoux, «L’Evasion du Goeben et Breslau», Revue Politique et Parlementaire, marzo y mayo de 1919. El papel francés en el fracaso de detener al Goeben, al igual que el de los ingleses, llegó a ser causa de numerosas dificultades para el gobierno, hasta que se ordenó que se abriese una investigación, en el año 1916, por una comisión parlamentaria dirigida por el almirante Amadée Bienaimé. Los informes obtenidos acusaban al almirante Lapeyrère, que se negó a contestar, pero nunca fueron publicados, mas sí analizados en el libro del almirante Bienaimé, que parece ser que trata de hacer del almirante Lapeyrére una víctima propiciatoria para satisfacción de la Marina. Todo el material reunido por la comisión investigadora se depositó en el año 1919 en el Ministerio de Marina. <<
[21] Souchon, 40. <<
[22] Kopp, 23-4. <<
[23] Churchill, 239. <<
[24] Ibid. <<
[25] Ibid., 240. <<
[26] Asquith, II, 21. <<
[27] Kopp, 28-31, 53; Souchon, 42. <<
[28] Churchill, 242. <<
[29] Ibid., 241. <<
[30] Krieg zur See, 13; Souchon, 47. Las dudas turcas que causaron la cancelación son narradas por Wangenheim, Kautsky, núms. 852 y 854. <<
[31] Souchon, 47. <<
[32] Souchon, 45. <<
[33] Corbett, 62. <<
[34] Kenworthy, 32. <<
[35] Milne, 104. <<
[36] Churchill, 275. <<
[37] Krieg zur See, 20. <<
[38] Ibid. <<
[39] Morgenthau, 70-1. <<
[40] Kannengiesser, 25-6. <<
[41] Churchill, 271. <<
[42] Corbett, 73. <<
[43] Asquith, II, 26. <<
[44] Djemal, 119-20; Morgenthau, 76-8. La «venta» y el furor diplomático que causó la llegada de los buques alemanes está documentada en los informes de varios embajadores en Constantinopla enviados a sus respectivos gobiernos, especialmente el de Giers al Ministerio de Asuntos Exteriores ruso y el de sir Louis Mallet al Ministerio británico, que se citan en el Russian Orange Book y en el British Blue Book, respectivamente. <<
[45] Paléologue, 84-5. <<
[46] Asquith, II, 26, 28 <<
[47] Gallieni Parle, 78 <<
[48] Ibid., 26. <<
[49] Emin, 75-6; Giers al Ministerio de Asuntos Exteriores, Russian Orange Book, II, núm. 98; Roberts a Grey, British Blue Book, II, núm. 178; Memorándum de sir Louis Mallet, 20 de noviembre, ibid. <<
[50] Artículo sobre Troubridge, DNB. Basándose en que la Cámara de los Comunes poseía el derecho constitucional de revisar la actuación de los tribunales militares, el comandante Bellairs realizó diversos esfuerzos por forzar al Almirantazgo a que diese a conocer el informe del tribunal, sin conseguir el menor éxito. Como el veredicto fue de total absolución, el comandante dijo que no veía razón alguna para que se mantuviese tal informe en secreto, «a no ser que se quisiera impedir que el público se enterara de las malas disposiciones tomadas al comienzo de la guerra», 15 de abril de 1919, Parliamentary Debates, 5.ª serie, vol. 114, 2863-71. <<
[51] Artículo sobre Milne, DNB. <<