Noviembre, 1993

Querida Nina:

¡Hola desde Londres!

Prometí mandarte una postal en cuanto llegáramos ¡y aquí la tienes! Ha sido un vuelo LARGUÍSIMO y estamos todos cansados. Vamos a quedarnos en un hotel de momento, mientras encontramos una casa, pero mi madre me ha dicho que no me preocupe por eso. Hace mucho frío y casi no hay luz, pero se HUELE la Navidad y las tiendas están preciosas con tantas lucecitas.

Te escribiré en cuanto tengamos un sitio para vivir. Por favor, saluda a Tom de mi parte. ¡Ya os ECHO DE MENOS!

Muacsssss,

Gracie

Enero, 1994

Querida Nina:

Muchísimas gracias por detallarnos la situación con las contraventanas. Por favor, sigue adelante con el presupuesto de reparación más bajo. Nos encargaremos de transferir los fondos a la cuenta esta misma semana.

Esta carta también quiere transmitirte unas noticias que espero que no te resulten molestas. La situación en la que estamos nos obliga a quedarnos más tiempo en Londres. ¿Es demasiado pedir que sigas actuando como encargada de la propiedad otros tres meses? Eleanor o yo te llamaremos en breve para discutir la situación, pero esperamos que te venga bien.

Lamento las prisas, pero te agradezco como siempre tu disposición,

Henry

Marzo, 1994

¡Hola, Nina!

GRACIAS por tu maravillosa carta. Sí, al principio estaba TRISTÍSIMA cuando me enteré de que teníamos que quedarnos aquí tres meses más. No se lo he dicho a mis padres, pero ya había hecho las maletas, así que me pasé un día entero deshaciéndolas.

¡¡¡¡Es maravilloso que hayan escogido a Tom para el equipo estatal cadete!!!! (Por favor, perdona tanto signo de admiración.) Debes de estar ORGULLOSÍSIMA de él. Ojalá pudiéramos haber estado allí para animarlo todos otra vez. ¿¿¿Eso quiere decir que ahora es famoso??? Por favor, ¿puedes mandarme fotos suyas la próxima vez? Quiero ponerlas en la pared de mi dormitorio.

Además de que no volvemos a Australia todavía, tengo más malas noticias: tengo que ir al colegio público. Mi madre ha decidido dar clase de nuevo, no solo enseñarnos a Spencer y a mí. Dice que es porque quiere poner a prueba sus dotes como maestra, pero he oído las discusiones entre mis padres por el dinero que deben, así que eso también ha debido de influir. Mi padre trabaja mucho. O eso creo. No está mucho en casa. Su nuevo trabajo lo obliga a visitar antiguas mansiones llenas de antigüedades en la campiña. Audrey sigue sin hablar (Charlotte está hasta la coronilla, dice que no tiene nada que ver con el pánico escénico, sino con su necesidad de hacerse con la atención exclusiva de mi madre), pero ha empezado a ir de nuevo al colegio. Por suerte, uno diferente al mío. Porque de lo contrario me estaría escribiendo notas todo el día, como hace en casa, y no tendría tiempo para hacer amigos. Spencer dice que seguramente es la estudiante ideal, porque nunca replica a sus profesores. Hope sigue con nosotros, por desgracia (por favor, no le cuentes a mi madre que he dicho eso) y sigue pasando mucho tiempo en su dormitorio, aunque no es tan bonito como el de Templeton Hall. Toda la casa es MUCHÍSIMO más fea que Templeton Hall. Pero solo será por unos cuantos meses, así que intento no deprimirme mucho.

Te echo de menos. Por favor, escríbeme pronto.

Muacsss miles de tu amiga que te quiere,

Gracie

Agosto, 1994

Querida Nina:

Sé que Henry te ha escrito para pedirte que sigas encargándote de Templeton Hall en nuestro lugar hasta finales de año, pero quería expresarte mi agradecimiento en primera persona. Como sabes, esperábamos haber vuelto a estas alturas, pero la vida siempre es impredecible, ¿verdad? Por suerte, parece que las cosas ya se han calmado un poco. He conseguido un contrato como maestra en una escuela local, para un cuatrimestre, y estoy disfrutando de la experiencia más de lo que creía. Mis hijos siguen tan estimulantes como de costumbre, cada uno a su modo, aunque siento decir que Audrey aún no ha recuperado el habla. Esperaba que un cambio de ambiente la ayudase, pero por desgracia todavía no ha sucedido. Gracie echa mucho de menos Australia, pero poco a poco se va adaptando a la vida londinense, o eso creo. Spencer parece el más triste aquí. El trabajo de Henry va bastante bien. Hope parece estar bastante recuperada de salud. Me alegra decir que Charlotte está disfrutando inmensamente de su vida en Chicago.

Gracias de nuevo, Nina. Espero de todo corazón que sepas lo mucho que apreciamos tu comprensión.

Nuestros mejores deseos para Tom y para ti,

Eleanor

Noviembre, 1994

Querida Nina:

Siento llevar tantas semanas sin escribirte. Hemos tenido que mudarnos de nuevo. Ahora estamos en otra zona de Londres y no me gusta. Spencer ha comenzado a portarse mal todo el tiempo y esta misma semana ha roto la taza preferida de mi madre, y ha dicho que fue un accidente, pero yo lo vi y creo que tiró la taza de la mesa a propósito.

Audrey sigue sin hablar y apenas sale de casa salvo para ir al colegio. Aunque sigue escribiendo un montón de notas. Mi madre ha intentado que vaya al médico, pero le dije que para qué. Si no quiere hablar con nosotros, que somos su familia, no va a hablar con un médico, ¿verdad? Charlotte llamó para hablar con ella la semana pasada (para decirle que se dejara de tonterías, por lo que pude escuchar… porque sigue creyendo que se lo está inventando), pero Audrey se limitó a escucharla unos minutos antes de colgarle el teléfono. Charlotte se puso furiosa, ¡como te puedes imaginar!

Mi padre está tan ocupado que apenas lo vemos. Ahora trabaja con otro amigo suyo, catalogando el contenido de tres mansiones solariegas. Dice que el trabajo le viene que ni pintado, pero las casas están muy lejos de Londres, así que ya casi nunca viene a dormir, una noche por semana como mucho. Le pregunté a mi madre si lo echaba de menos y se rio, pero no me parece que eso fuera muy amable por su parte.

Al menos, pronto vendrán las vacaciones de Navidad, así que ya no tendré que intentar comprender el álgebra y la física. Ojalá estuviera en Templeton Hall contigo.

Con cariño y muchos besos,

Gracie

Marzo, 1995

Querida Nina:

Creo que ya lo hablamos todo por teléfono ayer, pero quería poner por escrito una vez más lo mucho que apreciamos tu flexibilidad y tu buen humor a la hora de aceptar nuestra cambiante situación. Sé que me aseguraste por activa y por pasiva que continuar con nuestro acuerdo un año más os venía bien a Tom y a ti, y espero que lo digas de verdad.

Pero, ¿te plantearías la posibilidad de mudarte a Templeton Hall? Me parece injusto pedirte que te encargues por segundo año consecutivo de la mansión y que tengáis que malvivir en ese pequeño apartamento cuando Templeton Hall está a vuestra disposición. Por favor, escoged los dormitorios que más os gusten y considerad la mansión como vuestra casa. Pero si queréis quedaros en el apartamento, también entenderemos vuestra decisión.

Me hiciste reír con lo de los visitantes más persistentes. Sí, estoy segura de que te sorprendiste tanto o más que ellos cuando te pillaron dando de comer a las gallinas en pijama. Por favor, pon otro cartel en la verja de entrada si quieres y, como de costumbre, carga el coste a nuestra cuenta. Te pido disculpas una vez más por los problemas que hubo con el último cheque que te mandamos. Puedes estar tranquila porque Henry ha rectificado el error y ya habrá fondos de sobra en la cuenta para cubrir todos los gastos.

Espero que disfrutéis de buen tiempo este verano. Aquí ya hace bastante frío.

Con mis mejores deseos para Tom y para ti,

Eleanor

Diciembre, 1995

¡Feliz Navidad, Nina y Tom!

Con cariño de todos los Templeton de Inglaterra: Henry, Eleanor, Audrey, Gracie, Spencer (y Charlotte, aunque esté Chicago).

Muacssss

Enero, 1996

¡Feliz Año Nuevo, Nina y Tom!

Os veremos este año, ¡prometido! No parece que hayan pasado más de dos años desde que nos vimos por última vez, pero en ocasiones parece que hayan pasado cinco. ¿Tiene sentido?

¡¡Es maravilloso e increíble que Tom haya conseguido la beca para ese colegio en Melbourne!! Seguro que escribió un ensayo genial. Como Spencer dijo cuando mi madre se lo contó: «¡No es justo! ¿Por qué tiene cerebro además de ser un as del críquet?». Lo echarás de menos entre semana, ¿verdad? Pero seguro que vuelve a casa la mayoría de los fines de semana. Le he preguntado a Audrey si conocía a alguien que hubiera ido a ese colegio y me contestó por nota que es el colegio privado de chicos más exclusivo de Melbourne y que Tom debía de ser inteligentísimo para haber conseguido una beca. Pero eso tú ya lo sabes. Ojalá que Tom sepa lo orgullosos que estamos de él. Voy a mandarle una tarjeta de felicitación hoy mismo. Charlotte acaba de estar en casa de visita, la primera vez desde que se fue a Chicago, ¿te lo puedes creer? (Entre nosotras dos, ha engordado un poco, pero dice que no le importa, que la comida americana es tan buena que merece la pena.) Las buenas noticias son que Audrey por fin ha comenzado a hablar un poco, pero solo a nosotros, su familia. No dice mucho, «hola», «buenos días», «por favor» y «gracias», y cuando Charlotte llegó, volvió a callarse, pero creo que lo hizo a propósito para molestar a Charlotte, y tengo que decirte ¡que funcionó! Me va bien en el colegio. No genial, pero bien.

¡El otro notición es que Hope tiene novio! No sé dónde lo ha conocido… Spencer dice que seguramente en un bar, pero creo que estaba bromeando. En todo caso, seguro que lo conoció en una de esas reuniones de AA. (Es el acrónimo de Alcohólicos Anónimos, por si no lo sabías.) Oí cómo mi madre se lo contaba a mi padre. (Me gustó oírlos hablar por una vez. De un tiempo a esta parte parece que solo saben discutir por teléfono.) Mi madre dice que ya no cree en milagros, pero que si lo hiciera, estaría presenciando uno. Estaba a punto de echar a Hope de nuevo, incluso le había hecho la maleta. Hope se marchó, hecha un mar de lágrimas y todavía un poco borracha, y estuvo fuera durante horas, tantas que mi madre empezó a llamar a los hospitales y a la policía, y en ese momento volvió. No pude enterarme de todo lo que le dijo a mi madre, pero pareció hacerle un montón de promesas y decirle que ella también sentía que esa vez era distinto, que iba a intentarlo de verdad, que algo «había cambiado en su cabeza». Que había visto un cartel a las puertas de una iglesia o algo así y que entró y empezó a hablar con un hombre, y que este hombre se convirtió en su mentor… creo que esa es la palabra correcta. Vi cómo la dejaba en la puerta la otra noche (se llama Victor) y me pareció muy mayor, pero Hope es muchísimo más feliz y parece que otra vez ha dejado de beber, y lo mejor de todo es que pasa mucho más tiempo en casa de este hombre que en la nuestra.

Siento que la carta haya ido sobre todo de Hope. Es de lo que más hablamos últimamente. Te escribiré de nuevo con más noticias sobre el resto.

Te quiere,

Gracie

FAX PARA: Nina Donovan

DE: Henry Templeton

FECHA: Agosto, 1996

Querida Nina:

La idea del fax ha sido una genialidad, gracias por ocurrírsete. Y deja que te repita una vez más y por escrito lo agradecidos que Eleanor y yo estamos por el hecho de que hayas accedido a quedarte un tercer año. La vida ha dado muchos giros y tumbos inesperados desde que llegamos, pero permíteme tranquilizarte al asegurarte que no pensamos dejarte en la estacada, teniendo que encargarte de Templeton Hall y de la propiedad de por vida, como si fueras nuestra esclava (sin ánimo de ofender). Veo un montón de brotes verdes o tengo muchas expectativas o como se diga ahora, de modo que Eleanor y yo estamos casi seguros de que pronto volveremos a tierras australianas. Todos echamos muchísimo de menos la vida en Australia, como seguro que te imaginas, aunque Gracie más que nadie, por supuesto.

Por favor, no dudes en escribirme (lo siento, en mandarme un fax) a este número si hay algún problema, por insignificante que sea, y te contestaremos a la mayor brevedad posible.

Eternamente agradecido, como siempre,

Henry

FAX PARA: Nina Donovan

DE: Eleanor Templeton

FECHA: Octubre, 1996

Querida Nina:

Gracias por el último fax que le mandaste a Henry. Lo siento si parezco controladora, pero a partir de ahora me gustaría que me enviaras también a mí, no solo a Henry, cualquier información relacionada con Templeton Hall a este número de fax.

También te pido disculpas en nombre de los dos por no avisarte antes de que iba a ir el perito. Comprendo que pensaras que era un timador.

No sabía que Henry se había puesto en contacto con una agencia local ni que estaba considerando vender los objetos de Templeton Hall. Estabas en todo tu derecho de no dejarlo pasar. Henry ha llamado a la central de Melbourne y nos han asegurado que no nos cobrarán por lo que dijeron que era un viaje en balde.

Además, he organizado por mi cuenta que una empresa de mudanzas embale los adornos, los jarrones y la vajilla, así como los muebles más pequeños, que aparecen en la lista que te mando.

Te llamaré pronto para responder al sinfín de preguntas que seguro que quieres hacerme. Una vez más, te agradezco todo lo que haces por nosotros.

Eleanor

Londres

Febrero, 1997

Querida Nina:

Ojalá estuvieras aquí. Sé que seguramente te estoy escribiendo demasiado a menudo, pero te siento como un Querido diario, salvo que a diferencia de un diario, tú me contestas. Nina, de un tiempo a esta parte, las cosas son horribles en casa. Mi madre me ha dicho que tengo que aprender a callarme los asuntos familiares, que tengo que dejar de ir aireándolos a los cuatro vientos, pero ¿cómo voy a callarme algo así? Mis padres se han separado. Todavía no sé si se van a divorciar.

Mi padre se va a ir para siempre, pero no dice adónde. Y mi madre tampoco me lo dice, pero es mi padre y yo debería saberlo, ¿verdad? Hope y su novio se han mudado a una casa a unas pocas calles de aquí y Spencer ha empezado a pasar todo el tiempo allí. Dice que es mucho más divertido, pero a mí me preocupa. Solo tiene trece años y estoy segura de que fuma o bebe o las dos cosas a la vez (aunque Hope y su novio ya no hagan ninguna de las dos). Mi madre está impartiendo clases a jornada completa en otro colegio local y nosotros tenemos que asistir al mismo, así que ahora se meten conmigo a todas horas y Spencer no me apoya, porque tiene un grupito muy guay con el que se junta. Todas las chicas de mi edad se conocen desde hace años y ninguna quiere hablar conmigo. Salvo una niña, pero es tan rara que hasta yo me doy cuenta de por qué nadie quiere hablar con ella. Le pedí a mi madre por favor si podría volver a darme clase en casa, pero se enfadó y me dijo que dejara de desear que las cosas fueran distintas y que ya era hora de que aceptara que la vida no siempre es diversión y felicidad. Lo sé, pero me gustaría que fuera un poco más alegre.

Audrey sigue sin hablarnos. En casa está bastante bien, pero en cuanto sale a la calle, nada. Mi madre sigue llevándola a cientos de psicólogos (o a lo mejor son los otros médicos, los que tienen un nombre más corto) para llegar al fondo de su problema. Al parecer, se llama «mutismo selectivo». Charlotte llamó desde Chicago para decirnos que había leído en un periódico algo llamado «síndrome de Münchhausen», que es cuando alguien finge estar enfermo para conseguir atención. Mi madre se enfadó con ella y le dijo que empezara a demostrar un poco de compasión, y esa vez fue Charlotte quien le colgó a mi madre.

Estoy demasiado triste como para seguir escribiendo. No dejo de pensar en que podría haber hecho algo para que mis padres siguieran juntos y para ayudar a Audrey a volver a hablar. Ahora mismo en mi familia todo parece un follón enorme. Te echo de menos, Nina. Ojalá vivieras cerca de nosotros.

Te quiere,

Gracie

Muacs

Londres

Abril, 1997

Querida Nina:

Muchísimas gracias por tu carta. Sé que también le mandaste un fax a mi madre diciéndole que yo estaba muy triste, porque tuvimos una charla antes de que llegara tu carta y se le escapó que le habías mencionado algo de que me gustaría poder arreglar las cosas entre mis padres. Mi madre me dijo que no podría haber hecho nada y que no debía pensar que su separación era culpa mía. Se han separado porque no podían dejar de discutir sobre un montón de cosas, sobre todo por las facturas atrasadas, y mi madre creyó que sería bueno que pasaran un tiempo separados mientras mi padre intentaba vender todas las antigüedades que podía (incluidas las que nos mandaste de Templeton Hall, gracias). Por lo que he podido entender, necesitamos muchísimo dinero.

Mi madre me lo ha contado todo. Bueno, todo no, pero sí muchas cosas. Supongo que no puede hablar con nadie más en este momento. Si tienes un momento libre, ¿podrías llamarla de vez en cuando? Yo no tengo muy claro que pueda aconsejarla bien siempre. Y no soy imparcial, claro, porque solo quiero que mi padre vuelva, que Audrey hable de nuevo, que Spencer regrese a casa y deje de fumar, que Charlotte decida que odia Chicago y que quiere volver, y que todos regresemos a Templeton Hall para hacer nuestras visitas guiadas y ser felices de nuevo. ¿Crees que es demasiado pedir?

Muacss de tu amiga que te quiere,

Gracie

Londres

Noviembre, 1997

Querida Nina:

Gracias por tu última carta. Me has ayudado muchísimo. Tienes razón. A veces, la vida es como el mar, con marejada y con días de calma, pero ya estoy harta del oleaje. Quiero unos cuantos días de calma. También quiero darte las gracias por encargarte un año más de Templeton Hall por nosotros. A veces parece como un sueño, ¿no crees? Todos nosotros allí, y Tom y Spencer y la charca y esa balsa que nunca terminaron de hacer. Ojalá pudiera haber visto la entrevista que le hicieron en la tele a Tom después de esa competición de críquet. La pusiste por las nubes, seguro que estás orgullosísima de él.

El colegio me va bien, gracias por preguntar. Sigo sin tener amigas íntimas. No sé qué me pasa, pero parece que cuando hablo con chicas de mi edad, llega un momento en el que me quedo sin nada que decir. No se me da muy bien hablar de ropa, de maquillaje o de chicos, y parece que eso es de lo único de lo que quiere hablar la mayoría. Pero no me siento sola, te lo prometo, ni estoy deprimida. Leo mucho y me paso las horas libres en la biblioteca, y me gusta estar allí.

He empezado a trabajar como canguro los fines de semana, a ver si ahorro para ir a la universidad. También estoy trabajando de voluntaria después de clase. Fue muy curioso cómo surgió el tema, la verdad. Vi un cartel en el supermercado del barrio en el que se solicitaban voluntarios para pasar tiempo con los mayores de la zona para un «intercambio de habilidades». Como me llamó la atención y quería saber de qué iba, me presenté… y me alegro de haberlo hecho. Fui la única que apareció. Había un grupo de unos diez ancianos, hombres y mujeres, que querían transmitir una habilidad que poseían, así que me la transmitieron a mí. Me quedé toda la tarde, no solo una hora, y volví las dos tardes siguientes, escuchando y hablando con todos los que pude, y como me lo pasé tan bien, volví a la semana siguiente. De momento, me han enseñado a jugar al whist, a hacer malabares con tres limones, a decir «hola» en diez idiomas distintos, a tocar las cucharas y ¡a cantar «Jingle Bells» al revés! Son encantadores y una compañía estupenda, tanto que creo que seguiré visitándolos después de haber aprendido todas sus habilidades.

Mi padre está en el extranjero y viaja constantemente, pero me manda postales a todas horas. (Nos manda postales a los cuatro a la vez, de hecho. Se ha convertido en una broma.) Pero mirándolo por el lado bueno, incluye datos interesantes sobre la ciudad o el país donde se encuentra, así que me ha ayudado a la hora de estudiar geografía. Hace que todo parezca increíble, dice que está aprendido facetas nuevas relacionadas con las antigüedades y que está ejercitando su francés (que dice que es bastante bueno) y su español (que no es tan bueno). Nos ha dicho que cabe la posibilidad de que también viaje a Estados Unidos, y que su primera parada sea Chicago para visitar a Charlotte. No sé si decirle que Charlotte sigue furiosa con él por el lío en el que nos ha metido y que ha afirmado que no le hablará hasta que haya pagado nuestras deudas, con intereses. A Charlotte le encanta hacer este tipo de declaraciones rimbombantes, pero suele llevarlas a cabo. Todavía no le ha dirigido la palabra a Hope en todos estos años. Así que a lo mejor debería decírselo a mi padre y así se ahorraría el viaje.

Volveré a escribirte pronto. Os mando muchos besos a Tom y a ti, y por favor, dale las gracias de nuevo por la preciosa fotografía del amanecer que sacó desde la fachada trasera de Templeton Hall. Sentí mucha nostalgia al verla. La he puesto encima de mi escritorio y la estoy viendo ahora mismo. Os echo muchísimo de menos.

Te quiere,

Gracie

Muacsssssss

Londres

Agosto, 1998

Querida Nina:

Gracias por la preciosa postal y por el pañuelo. Lo sé, ¡tengo dieciséis! ¿Quién lo iba a decir? Todavía no me siento mayor. Ni más sabia. Aunque me alegra poder decirte que he averiguado el secreto para domar mi pelo. Consiste en dejármelo lo bastante largo como para hacerme una trenza que me caiga por la espalda. Por supuesto, Spencer sigue diciendo que todavía parezco la muñeca de trapo de una loca, pero a mí me gusta, y se me ha oscurecido, estoy segura. Por fin parece más rubio que blanco.

Gracias también por la postal de felicitación. Sí, estoy encantada con mis notas de secundaria. Me preocupaba mucho no aprobar las nueve asignaturas, así que ha sido un alivio enorme. Ahora solo tengo que aprobar Bachillerato y luego decidir si quiero estudiar Historia o Filología Clásica en la universidad. Tal vez las dos cosas. Ya tengo planeados los próximos cinco años de mi vida.

Sí, mi padre se ha asentado en Estados Unidos, en San Francisco de momento. La semana pasada llamó para hablar con mi madre (aunque no siempre le coge el teléfono, así que tengo que hacer de intermediaria casi todo el tiempo), pero como estaba fuera, fui yo quien se enteró de la noticia de primera mano. Ha pasado de la compraventa de antigüedades a la compraventa de coches de época. Parece que está de moda comprar coches caros ingleses en Estados Unidos y que él parte con ventaja sobre los demás, o eso me ha dicho. Como diría Charlotte si se lo contara, aunque no pienso hacerlo, «volvemos a la carga».

¿Puedes darle las gracias a Tom por la última fotografía que me mandó? No, no lo hagas. Ya se lo diré yo en una carta. Si decide dejar de ser un as del críquet o un genio, podría convertirse en un as de la fotografía, ¿no crees? Las últimas fotos que me mandó de Templeton Hall, con los árboles envueltos en la neblina otoñal, eran preciosas. Cuando Templeton Hall vuelva a abrir al público, si es que lo hace alguna vez, voy a pedirle a Tom que sea nuestro fotógrafo oficial y que convierta en bonitas postales de recuerdos sus maravillosas fotografías.

Escribiré pronto. Te mando mil besos.

Gracie

P. D.: Spencer se ha echado novia. Es muy gracioso. La chica finge ser una punki, soltando tacos a todas horas, pero la oí hablar por teléfono con su madre y es una pija auténtica. Audrey no se ha curado del todo todavía, y aunque mi madre tiene que haberla llevado a todas las clínicas y a todos los psicólogos de Londres, no ha funcionado. Ahora se ha decantado por la terapia alternativa, así que a lo mejor cualquier día vemos un cambio. Nunca se lo he dicho a mi madre, pero creo que echaría de menos las notas de Audrey si empezara a hablar otra vez. En cuanto a Charlotte, sigue intentando comerse el mundo, empezando por Chicago. Hablamos la semana pasada y ha empezado a soltar indirectas de lo que será la siguiente fase de eso que ella llama su «fulminante y novedosa carrera en el mundo del cuidado infantil». Te diré qué quiere decir en cuanto yo lo descubra…

FAX PARA: Nina Donovan

DE: Eleanor Templeton

FECHA: Octubre, 1998

Querida Nina:

Esta breve nota es para confirmar la conversación que mantuvimos por teléfono de que sí, de que nos encanta poder dar el visto bueno al alquiler de la planta baja de Templeton Hall como retiro espiritual. Nunca podremos agradecerte lo bastante todo lo que has hecho para que salga adelante, no solo a la hora de cuidar la propiedad (¿Te puedes creer que han pasado casi cinco años desde que nos marchamos?), sino por ocurrírsete esta excelente solución para nuestra situación actual y para nuestros recurrentes problemas económicos. Te prometo que te lo contaré todo, un día de estos, cuando estemos cara a cara, pero no me siento cómoda poniéndolo por escrito.

En lo positivo, sí, a Gracie le va de maravilla en el colegio. Estoy orgullosísima de lo mucho que se esfuerza con sus estudios, y se merece todas y cada una de sus buenas notas. También parece haberse encariñado con los ancianos de la residencia que hay al final de la calle. No sé si te lo ha contado, pero este último año ha pasado casi todas las tardes allí, leyéndoles, charlando, organizando grupos de lectura e incluso conciertos. La semana pasada hablé con la encargada y me dijo que todos los residentes la adoran y que la creen un soplo de aire fresco. Espero que sea solo un soplo y no un huracán…

¡No ha sido tan breve después de todo! Intentaré llamarte pronto. Gracias de nuevo, por todo.

Eleanor

FAX PARA: Nina Donovan

DE: Gracie Templeton

FECHA: Julio, 1999

Querida Nina:

Siento muchísimo que la familia de acogida que buscó la asociación de críquet os fallara, pero por supuesto que Tom puede quedarse con nosotros. ¡Nos encantará que lo haga! Por favor, perdona que use el fax en vez del correo ordinario como de costumbre, pero mi madre consideró que os gustaría saberlo inmediatamente. Nos apena muchísimo que no puedas acompañarlo. Pero es genial que tú también hayas empezado a dar clases. No necesitas consejos de mi madre. Seguro que tus alumnos ya se han enamorado de ti. Siempre he creído que eras una artista fantástica y ahora todos esos afortunados niños aprenderán a pintar como tú.

Mi madre tiene dos trabajos ahora mismo, enseña en un colegio por la mañana y da clases particulares por la tarde, pero también está contentísima de que Tom venga. Gracias por mandarnos el recorte de periódico en el que sale Tom con su equipo. Ha crecido muchísimo, ¿no? Por favor, dile que no espere otro Templeton Hall cuando venga, pero que me aseguraré de que la habitación de invitados esté arreglada, y que iré a buscarlo al aeropuerto o a la estación de metro, donde mejor le venga.

Spencer ha vuelto a casa. (Nunca supe por qué se fue, pero escuché una discusión bastante acalorada entre mi madre y Hope sobre el tema la víspera de que mi hermano volviera. Hope sigue sobria, pero a veces hay bastante tensión entre mi madre y ella.) En cuanto a Spencer, se ha vuelto un experto en culpar a los demás de todo lo que le sale mal. Su última excusa es que su mal comportamiento y sus malas notas se deben a la ausencia de nuestro padre, que le falta la constante influencia de una figura paterna u otra tontería del estilo. Tal como le dije, consiguió pasar de la mano dura de nuestro padre durante los diez primeros años de vida, así que no sé de qué iba a servirle ahora. Fuma a todas horas, también en su dormitorio, por desgracia. Apesta, pero él dice que le da lo mismo.

A Audrey le va muchísimo mejor desde que mi madre dio con el nuevo terapeuta, y que quede entre nosotras, pero creo que se está convirtiendo en algo más que en su terapeuta. Se llama Greg y es neozelandés, y ha empezado a llevar a Audrey a lo que ella denomina «excursiones», y que yo llamaría «citas», casi todos los fines de semana. Es más bajo que Audrey, pero tiene una cara agradable y parece saber lo que está haciendo. Es increíble ver (¿o debería decir oír?) cómo Audrey habla con alguien más aparte de su familia. Charlotte (¡por supuesto!) sigue sin creérselo. Cree que Audrey ha trasladado el objeto de su obsesión de mi madre a Greg, pero yo no estoy tan segura. Creo que a mi madre le viene muy bien tener que preocuparse por uno menos de nosotros.

Hablando de Charlotte… ha decidido montar un negocio con el padre de Ethan, una empresa para formar a niñeras, nada menos. Me alegro por ella, pero me apena lo que eso significa para nosotros. Creía que como Ethan comenzaba a ser muy mayor para tener una niñera, volvería a Londres para siempre, pero parece que no.

Más felicidades por lo de Hilary. Tienes que estar contentísima por convertirte en tita. (A mí todavía me queda. Charlotte parece que es una mujer de negocios, sin instinto maternal, pero tengo esperanza de que lo de Audrey y Greg vaya en serio…) Se lo comenté a mis amigos de la residencia de ancianos y han empezado a tejer como locos, ¡así que podré mandarle un montón de mañanitas a Hilary para cuando nazca el bebé!

Te llamaremos cuando se acerque la fecha de la llegada de Tom, para acordar los detalles, pero dile que estamos ansiosos por verlo de nuevo. Ojalá vinieras tú también. Te echo mucho de menos.

Te quiere mucho,

Gracie

Muacss

FAX PARA: Nina Donovan

DE: Eleanor Templeton

FECHA: Agosto, 1999

Querida Nina:

Te mando este fax para confirmarte que estaremos TODOS en Heathrow el martes para recibir a Tom. Nada de pancartas, lo prometemos. Ojalá pudiera quedarse con nosotros más de cinco noches.

Más felicidades por la maravillosa noticia de tu sobrinita. Es evidente que ha sido un largo y tortuoso camino para Hilary y para su marido (me parece increíble que casi hayan pasado seis años desde que Tom se quedó en Templeton Hall cuando tú tuviste que ir a Cairns para estar con ella), pero me imagino la alegría que están sintiendo ahora mismo. Por favor, felicítala y dale un beso de nuestra parte (te mandaré algo para ella por correo ordinario, por cierto).

Os deseamos lo mejor,

Eleanor

PARA: Nina <Donovan.Nina@victoria.edu.au>

DE: Eleanor Templeton <etempleton@londoneducation.co. uk>

FECHA: Septiembre, 1999

Querida Nina:

Qué agradecida estoy por contar con los ordenadores del colegio y te pido disculpas si el mensaje te parece corto. Me aterra darle a la tecla equivocada y borrar todo el mensaje de golpe antes de haberlo mandado.

Espero que hablemos pronto, pero quería decirte que Tom ha llegado sano y salvo. Se ha convertido en un hombre estupendo, y está altísimo para tener dieciocho años (o tal vez Spencer esté muy bajo para un chico de dieciséis…). Y todavía no puedo creerme todo lo que le está pasando con el críquet… ¡Y pensar que estábamos allí cuando todo comenzó!

Le diré que te llame por teléfono o que te mande un mensaje de correo electrónico en cuanto se haya instalado. (Me gusta que ahora te llame Nina. ¡Qué maduro! Spencer anunció esta mañana que a partir de ahora me va a llamar Eleanor. Me pregunto de dónde lo habrá sacado…)

Besos de todos. Hasta pronto,

Eleanor

PARA: Nina <Donovan.Nina@victoria.edu.au>

DE: Tom <tom.donovan@hotmail.com>

FECHA: Septiembre, 1999

Querida Nina:

¡Hola desde Londres!

Todo va genial. Ya hemos visitado la cuna del críquet, el Lord’s Cricket Ground, y también hemos conocido a varios árbitros internacionales, a entrenadores e incluso a un par de jugadores australianos que viven aquí en Inglaterra.

Las cosas también son geniales con los Templeton, pero diferentes. Creía que Gracie estaba de broma cuando me llevó a la casa. Supongo que esperaba otra mansión enorme, incluso más grande que Templeton Hall, pero es una casa adosada londinense normal y corriente. Spencer no se ha prodigado mucho. Eleanor (sí, me ha pedido que la llame Eleanor) me ha dicho que vive con Hope (sí, sigue sobria) y con su novio casi todo el tiempo. Es raro que Henry no esté. Está trabajando en Francia o en Estados Unidos, según Gracie. También me ha dicho que tengo que decirte que su pelo ya no se parece a un diente de león. Y no se parece. Está estupenda.

Pero hace frío. ¡No es lo que yo llamaría verano!

Nos vemos pronto.

Te quiere,

Tom

Londres

Octubre, 1999

Querida Nina:

Me alegro muchísimo de seguir escribiéndonos a la antigua en vez de usar el fax o el correo electrónico, ¿y tú? Me encanta escuchar el sonido de las cartas al caer sobre el felpudo mientras me pregunto si habrá alguna tuya.

Ahora no solo te echo de menos a ti, también echo de menos a Tom. Me ha encantado que se quedara con nosotros. No sé si te lo ha dicho, pero a Spencer se le fue la pinza de nuevo mientras estuvo aquí y se volvió a ir a casa de Hope, así que el pobre Tom tuvo que conformarse con mi única compañía la mayoría de las noches. Pero se lo tomó muy bien y me encantó poder enseñarle un poco de Londres. Le escribiré para decírselo en primera persona, pero quería que tú también supieras que puede quedarse con nosotros cada vez que quiera venir a Inglaterra, tenga que ver con el críquet o no.

Salvo porque echo de menos a Tom, y también a ti, claro, todo va bien. Me paso todo el día y lo que me parece toda la noche estudiando. (Todos me dicen que el Bachillerato es más difícil que la universidad, pero eso es imposible, ¿no?) Si necesitas saber algo de mitología griega, la antigua Roma, la división celular de las plantas o la ironía subyacente en las tramas de Shakespeare, ¡solo tienes que preguntármelo!

Te quiere mucho,

Gracie

Muacssss

Noviembre, 1999

Querida Nina:

¡Hola de parte de Charlotte, la de Chicago! MUCHÍSIMAS gracias por enviar todos esos recortes y recuerdos de Australia. La presentación de Ethan, mi pupilo no tan pequeño, en el instituto ha sido genial. Es el primero de la clase. Sí, yo tampoco puedo creerme que siga aquí. Cuando acepté el trabajo, creía que sería por un par de años, hasta que me hartara de él o él se hartara de mí, pero seguimos siendo buenísimos amigos. Claro que ya no necesita que lo cuide como antes. Está creciendo a marchas forzadas. (Ya tiene catorce años, un adolescente. Casi no me lo creo.) No sé si mi madre te lo ha dicho, pero este año pasado me he expandido un poco. Tenía muchísimo tiempo libre con Ethan en el colegio, así que empecé a pensar en la mejor manera de aprovecharlo. ¡Nada como tener de jefe a un empresario de éxito internacional! Para abreviar, el señor Giles y yo hemos creado una sociedad. En fin, yo pongo el trabajo y él, el dinero, pero sigue siendo una sociedad. Le dije a mi madre que es culpa de mi padre y de ella. Porque ellos son los que me dieron este acento británico y parece que las niñeras con acento británico son lo más en Chicago. Muy chic y elegante, o eso parece. No soy una experta; de hecho, fui aprendiendo sobre la marcha con Ethan, pero como pasamos tanto tiempo con otras niñeras, descubrí historias terroríficas, además de todas las cosas buenas. ¡Así que he empezado a formar a niñeras! Voy a tomármelo con calma, empezando con el sistema del boca a boca, pero así es como parece que funciona el mundillo de las niñeras.

Estoy segura de que ya estarás al tanto de las noticias del resto de los Templeton por Gracie. ¿Te has dado cuenta de que eres su segunda madre, su hermana mayor y su mejor amiga, todo en uno? Debería estarte agradecida, y lo estoy. Lo siento si parezco amargada. Siempre me he sentido culpable por abandonar a Gracie, sobre todo después de que volvieran a Londres y las cosas… en fin, se torcieran entre mis padres. Pero ahora parece feliz. Sus notas son buenísimas y está ansiosa por ir a la universidad el año que viene. Por cierto, no ha dejado de hablar de tu Tom. Los chicos de Londres no le llegan ni a la suela del zapato según ella. (Le pregunto una y otra vez por su vida sentimental, pero ella me dice que los chicos que conoce son demasiado inmaduros y que, de todas maneras, ¡ya tendrá tiempo de sobra cuando termine sus estudios! A veces, Gracie me hace muchísima gracia.) Me mandó un montón de fotos que hizo cuando Tom se quedó con ellos… Has criado a un tío cañón, y perdona mi vocabulario. El público femenino de los partidos de críquet subirá como la espuma en cuanto lo seleccionen para el equipo nacional.

Mi madre me ha dicho que sigues negándote a mudarte a Templeton Hall. Increíble. De estar en tu lugar, me habría mudado sin pensármelo. Pero también me ha dicho que has conseguido alquilar algunas estancias. Estoy segura de que eso ayudará un poco. Todo ayudará.

Vaya, estoy peor que Gracie con eso de contar los secretos familiares. ¡Será mejor que me calle ahora que todavía puedo!

Gracias de nuevo por las figuritas con forma de koala y de canguro, sobre todo por el diyiridú. ¡No sabes la cara que puso el cartero cuando me lo trajo!

Con cariño desde Chicago, bsssss,

Charlotte

PARA: Nina <Donovan.Nina@victoria.edu.au>

DE: Eleanor Templeton <etempleton@londoneducation.co.uk>

FECHA: Febrero, 2000

Querida Nina:

¡El orgullo que sientes me ha saltado desde la pantalla! Es una noticia maravillosa para Tom, y también para ti, que le hayan ofrecido un puesto en la academia nacional de críquet. ¡Muchísimas felicidades de parte de todos! Y creo que es una idea fantástica que Tom viaje después de los ocho meses que va a pasar allí, y mucho más fantástica porque vendrá de nuevo a Inglaterra. Ojalá que se pase por Londres. Por favor, dile que siempre tendrá una cama con nosotros. Muchos hijos de mis compañeros de trabajo han dado la vuelta al mundo en plan mochilero y han sobrevivido para contar historias increíbles, así que no te preocupes mucho, ¿vale?

Ya lo hablamos por teléfono, lo sé, pero quería darte otra vez las gracias por tu forma de manejar la situación con la gente del centro de meditación. Menuda ironía que unas personas preocupadas por la paz y la claridad en la vida moderna acaben siendo unos empresarios sin escrúpulos. Henry me ha asegurado a través de su abogado (es una pena que sea la única forma en la que nos comunicamos en este momento) que ha depositado otra suma de dinero en la cuenta de Templeton Hall esta semana, así que úsala para pagar cualquier trabajo de limpieza o de reparación que creas necesario a fin de arreglar la planta baja.

Me alegra poder decirte que estamos todos bien. Audrey sigue haciendo unos progresos increíbles. Su terapeuta (un chico neozelandés muy agradable) la convenció para que probara un nuevo tratamiento basado en artes escénicas y artesanía, como el teatro de marionetas o la alfarería. Como seguro que comprendes, al principio estábamos bastante preocupados y éramos escépticos, ya que fue su desafortunada experiencia con el pánico escénico lo que originó sus problemas comunicativos. Sin embargo, ha tenido un efecto muy positivo. Ahora es una chica totalmente distinta, no solo habla con facilidad fuera de casa, sino que está ansiosa por salir con él todos los fines de semana. Gracie está convencida de que se traen entre manos algo más que la terapia, pero siempre ha sido una romántica empedernida.

Estoy convencida de que a estas alturas te lo tomarás a broma, pero sí, te aseguro que, al menos desde mi punto de vista, el plan SIGUE SIENDO volver algún día y hacer que Templeton Hall vuelva a funcionar, incluso demostrarme algo a mí misma. No puedo hablar por Henry. Ni quiero ni me atrevería a hacerlo, porque es evidente que él ha pasado página, al menos en sus intereses (un negocio que mezcla la compraventa de coches de época con un servicio de alquiler de limusinas en San Francisco es lo último, como lo oyes), pero estoy decidida a que la belleza de Templeton Hall vuelva a estar disponible para el público en general algún día. Sé que la memoria juega malas pasadas y que los recuerdos pueden estar teñidos de color de rosa, pero es cierto que la época que pasamos allí me parece maravillosa en ocasiones. Claro que a lo mejor es porque hoy está muy nublado y los vecinos que tenemos por detrás llevan cuatro meses de reformas, y lo único que escuchamos son los ruidos del taladro y de las sierras mecánicas, y me parece que hace años que no siento una cálida brisa en la cara en vez de un viento helado.

¡Pero ya basta de lamentos! Felicidades de nuevo, Nina, para Tom y para ti. Estamos tan orgullosos que parecería que lo hemos entrenado nosotros.

Con cariño,

Eleanor

PARA: Nina <Donovan.Nina@victoria.edu.au>

DE: Eleanor Templeton <etempleton@londoneducation.co. uk>

FECHA: Junio, 2001

Querida Nina:

Le hemos enviado una tarjeta y un regalo a Tom para su cumpleaños, pero a Gracie le preocupa que no llegue a tiempo. ¿Te importa reenviarle esto a Tom para que tenga algo nuestro en su día?

Con nuestros mejores deseos,

Eleanor

¡FELIZ VIGÉSIMO CUMPLEAÑOS, TOM! ¡DE PARTE DE TODOS LOS TEMPLETON!

Henry, Eleanor, Charlotte, Audrey, Gracie, Spencer y Hope BSSSSSSSSSSSSSSSSS

Mayo, 2001

Querida Nina:

Ya le he escrito a Tom (también hemos decidido pasar de la tecnología moderna, porque las cartas de verdad son muchísimo mejores que los mensajes de correo electrónico), pero también quería decirte a ti que me parece genial que vaya a venir a Londres como parte de su gran viaje. Será estupendo verlo.

Nos hemos mudado (de nuevo) desde la última vez que vino a vernos. Aquella casa al final resultó demasiado grande y es posible que esta sea demasiado pequeña, pero está cerca de un parque enorme, así que si necesita salir a correr o algo para mantenerse en forma, lo tendrá a mano. Ojalá vinieras tú también, nos encantaría a todos, aunque tú no tendrías que atravesar toda Asia con tu mochila a cuestas, claro.

Mi madre me ha dicho que te ha contado la increíble noticia de que Audrey se ha comprometido con su terapeuta… Charlotte tenía muchas cosas que decir sobre el tema, como ya te puedes imaginar. Pero Audrey está contentísima y vuelve a hablar con normalidad, y él parece muy agradable. Además, me encanta su acento neozelandés (aunque no tanto como tu acento australiano, claro).

La segunda parte del anuncio bomba de Audrey es que se van a mudar a Manchester. Al parecer, han nombrado a Greg director de una clínica en la ciudad. Audrey está muy rara. Después de llevar tanto tiempo sin hablar, ahora habla por los codos, casi siempre de Greg y de lo maravilloso que es…

Siento que la carta sea más corta de lo habitual. Tengo que terminar tres ensayos para el lunes. Y yo que creía que la vida como estudiante universitaria era todo diversión sin dar ni golpe.

Ojalá todo te vaya bien y que solo estés tan ocupada como yo. Tengo la sensación de que no nos hemos escrito tanto como antes… pero seguro que es mi sentimiento de culpa el que habla. Te prometo que te escribiré tan pronto como me quite los trabajos de encima.

Te quiere mucho,

Gracie

Muacssss

Junio, 2001

Querida Nina:

Perdona la breve postal, pero tenía que contarte lo último de la historia de amor entre Audrey y Greg… ¡Se han fugado! Bueno, para ser exactos, se casaron en secreto en el juzgado, en Manchester. Audrey nos ha dicho que ni Greg ni ella querían una boda por todo lo alto. Sobre todo, que no quería verse obligada a soportar la tensión de que nuestros padres estuvieran en la misma habitación. Charlotte cree que Audrey lo ha hecho para parecer bohemia e interesante. ¡Yo permanezco neutral!

Te mando un beso, y no te preocupes, contamos los días que faltan para que Tom llegue a Londres. Ojalá todo te vaya bien. Por favor, escríbeme cuando tengas un rato. Tengo la sensación de que hace un siglo que no sé nada de ti.

Muacssss,

Gracie

PARA: Nina <Donovan.Nina@victoria.edu.au>

DE: Eleanor Templeton <etempleton@londoneducation.co. uk>

FECHA: Agosto, 2001

Querida Nina:

Te mando este breve mensaje para decirte que Tom nos llamó anoche para decirnos que llega a Londres el miércoles. Por desgracia, yo estaré en una conferencia ese día, pero Gracie ya está de vacaciones e irá a buscarlo a la estación de Paddington. Se pondrá en contacto contigo lo antes posible, estoy segura, pero mientras tanto, cuidaremos de él.

Besos de todos,

Eleanor