XXIII

¿Por qué te aflige, Khayyam, haber cometido tantas faltas? Tu tristeza es inútil. Después de la muerte sólo hay la Nada o la Misericordia.

XXIV

En los monasterios, las sinagogas y las mezquitas se refugian los débiles a quienes el Infierno asusta. El hombre que conoce la grandeza de Alá no siembra en su corazón la mala semilla del terror y la imploración.

XXV

En primavera, a veces voy a sentarme a la orilla de un prado florido. Cuando una hermosa muchacha me trae una copa de vino, no pienso demasiado en mi salvación. Si tuviera esta preocupación, valdría menos que un perro.

XXVI

El vasto mundo: un grano de polvo en el espacio. Toda la ciencia de los hombres: palabras. Los pueblos, los animales y las flores de los siete climas: sombras. El resultado de tu perpetua meditación: nada.