XVI

¿Persistiré todavía mucho tiempo en colmar de piedras el Océano? Sólo siento desprecio por los libertinos y por los devotos. Khayyam, ¿quién puede afirmar que irás al Cielo o al Infierno? Ante todo, ¿qué entendemos con estas palabras? ¿Conoces a algún viajero que haya visitado ésos parajes singulares?

XVII

Nada me interesa ya. ¡Levántate para escanciarme vino! Esta noche tus labios son la más bella rosa del universo… ¡Vino! ¡Que sea rojo como tus mejillas, y que mis remordimientos sean tan ligeros como tus rizos!

XVIII

La brisa de la primavera refresca la faz de las rosas. En la sombra azul del jardín, acaricia también el rostro de mi amada. A pesar de la dicha de que hemos gozado, olvido nuestro pasado. ¡La dulzura de Hoy es tan imperiosa!