La amapola extrae su color rojo de la sangre de un emperador enterrado. La violeta nace de la peca que brillaba como una estrella en el rostro de un adolescente.
Alfarero, si eres perspicaz, ¡guárdate de maltratar la arcilla con que fue amasado Adán! Veo en tu torno la mano de Feridun y el corazón de Khosru… ¡Qué has hecho!
Muy bajito, la arcilla decía al alfarero que la amasaba: «Considera que he sido como tú… ¡No me trates bruscamente!».
Desde hace miríadas de siglos, existen auroras y crepúsculos. Desde hace miríadas de siglos, los astros hacen su ronda. Pisa la tierra con precaución, porque este pequeño terrón que vas a aplastar fue tal vez el ojo rasgado de un adolescente.