Caeremos en la senda del Amor. El Destino nos pisoteará. ¡Oh, muchacha, oh mi encantadora copa, levántate y dame tus labios, en espera de que me convierta en polvo!
¡Qué enigma el de esos astros que saltan por el espacio! Khayyam, sujeta con fuerza la cuerda de la Sensatez. ¡Ten cuidado con el vértigo que derriba, a tu alrededor, a tus compañeros!
El palacio de Bahram es en la actualidad el refugio de las gacelas. Los leones frecuentan los jardines donde cantaban musiquesas. Bahram, que capturaba a los onagros salvajes, duerme ahora bajo un cerro donde ramonean los asnos.
Escucha lo que la Sabiduría te repite todo el día: «La vida es breve. Nada tienes en común con las plantas que retoñan después de haber sido cortadas».