La vida pasa. ¿Qué queda de Bagdad y de Balk? El menor roce es fatal para la rosa demasiado abierta. Bebe vino, y contempla la luna, evocando las civilizaciones que ésta ha visto extinguirse.
No busques la felicidad. La vida es breve como un suspiro. El polvo de Djemchid y de Kai-Kobad se agita en remolino en la polvareda roja que contemplas. El universo es un espejismo. La vida es un sueño.
Los oradores y los sabios silenciosos han muerto sin haber logrado entenderse acerca del ser y el no ser. Ignorantes, hermanos míos, sigamos saboreando el jugo de la uva, y dejemos que estos grandes hombres se regalen con racimos secos.
Un jardín, una muchacha ondulante, un jarro de vino, mi deseo y mi amargura: he aquí mi Paraíso y mi Infierno. Pero ¿quién ha recorrido el Cielo y el Infierno?