Puesto que nuestra suerte, en la tierra, consiste en sufrir y luego morir, ¿no debemos desear devolver cuanto antes posible a la tierra nuestro cuerpo miserable? Y de nuestra alma, que Alá espera para juzgarla según sus méritos, ¿qué me decís? Os contestaré a esto cuando me haya informado alguien que esté de vuelta de entre los muertos.
Si quieres gozar de la magnífica soledad de las estrellas y las flores, rompe con todos los hombres y con todas las mujeres. No camines en compañía de nadie. No te inclines hacia ningún dolor. No participes en ninguna fiesta.
¡Un poco más de vino, amada mía! Tus mejillas todavía no tienen el esplendor de las rosas. ¡Un poco más de tristeza, Khayyam! Tu amada va a sonreírte.