Notas capítulo 8

[1] Las versiones sobre el punto de partida exacto varían debido a la envergadura de la operación. En algunos lugares se hicieron los primeros disparos el 21 de junio; en otros se toma como fecha de inicio el 22 o el 23 del mismo mes. <<

[2] El propio frente tenía unos 700 kilómetros de extensión. Werth, Russia at War, pp. 860-861. <<

[3] Bundesarchiv-Militararchiv, RH2-2.338, 1, enero de 1944. <<

[4] Belov, «Frontovoi dnevnik N. F., Belova, 1941-1944», p. 468, 21 de marzo de 1944. <<

[5] Ibíd., p. 462, 28 de noviembre de 1943. <<

[6] Ibíd., p. 465, 12 de enero de 1944. <<

[7] Ibíd., p. 468, 13 de marzo de 1944. <<

[8] Ibíd., p. 470, 7 de abril de 1944. <<

[9] Bundesarchiv, RH2-2.338, informe mensual, marzo de 1944, pp. 1-2. <<

[10] Belov, «Frontovoi…», p. 464, 12 de diciembre de 1943; p. 465, 17 de enero de 1944. <<

[11] Yermolenko, Voienny dnevnik stárshegu serzhanta, p. 39 <<

[12] Véase Catherine Merridale, «The Collective Mind», Journal of Contemporary History, 35, 1, enero de 2000, p. 41. <<

[13] En general se agrupaban con otros incidentes «amorales» o «extraordinarios». En el caso de que se explicaran, se hacía en referencia a alguna nota de suicidio o algún comentario último existentes. Dado que los propios soldados no conocían la palabra trauma, atribuían automáticamente su agonía a otras causas más inmediatas, con frecuencia un amor no correspondido o el desengaño político. Pueden verse ejemplos de Bielorrusia en 1944 en RGVA, 32.925/1/516, 177. <<

[14] Para un análisis paralelo de la pena de muerte en el ejército británico en esta época, véase David French, «Discipline and the Death Penalty in the British Army in the War against Germany during the Second World War», Journal of Contemporary History, 33, 4, octubre de 1998, pp. 531-545. <<

[15] Agradezco al profesor Simón Wessely que me hiciera reparar en la correlación existente entre las estadísticas sobre bajas soviéticas por enfermedad mental y la incidencia media de la esquizofrenia en adultos. <<

[16] Richard A. Gabriel, Soviet Military Psychiatry, Westport, CT, 1986, p. 47. Esta estimación se basa en entrevistas con supervivientes y con sus psicólogos, como resultado de lo cual Gabriel da la cifra aproximada de un 6 por mil de bajas por enfermedad mental en el conjunto del Ejército Rojo. Por aproximada que sea, esta cifra contrasta llamativamente con la equivalente en el ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial: el 36-39 por mil. <<

[17] Véase Catherine Merridale, Night of Stone, p. 304. La opinión generalizada entre los psiquiatras rusos había cambiado en 2002, cuando planteé de nuevo estas cuestiones. Obviamente, el contacto con la medicina europea y estadounidense había modificado la opinión predominante, al menos entre los médicos en activo. No obstante, el personal médico que participó en la guerra y hoy ya retirado, incluidos las enfermeras y los psiquiatras entrevistados en Kursk, Smolensk y Tbilisi, no habían cambiado de postura. <<

[18] Esta observación aparece en la optimista obra de Amnon Sella The Valué of Human Life, p. 49. <<

[19] Gabriel, Soviet…, p. 56. <<

[20] Agradezco a la doctora V. A. Koltsova, del Instituto de Psicología Militar de Moscú, que me permitiera acceder a este material inédito en 2002. Véase también Albert R. Gilgen et ai, Soviet and American Psychology during World War II, Westport, 1997. <<

[21] Gabriel, Soviet…, p. 63. <<

[22] Algunos fueron liberados, aunque llevarían para siempre el estigma de la enfermedad mental. Muchos de ellos acabarían más tarde en campos de prisioneros. Otros se incorporaron a las colonias de inválidos establecidas en el mar Blanco y vivieron una vida de aislamiento. Probablemente el peor destino era permanecer en un hospital psiquiátrico soviético de los de la época. <<

[23] Gabriel, Soviet…, pp. 42-48. <<

[24] Viacheslav Kondrátiev, citado por George Gibian, «World War 2 in Russian National Consciousness», en Garrard y Garrard, World War II and the Soviet Peoplc, Londres, 1993, p. 153. <<

[25] Orden del subcomisario de Defensa, n.° 004/073/006/23 ss.; 26 de enero de 1944, Velíkaia otéchestvennaia, 2, 3, p. 241. <<

[26] Sobre el empleo de presos para esta labor, véase el informe del IV Ejército blindado, Bundesarchiv RH-2.471, p. 16, 4 de agosto de 1944. Véase también RH-2.471, 33 (informes sobre prisioneros de guerra). Temkin (My Just War: The Memoirs of a Jewish Red Army Soldier in World War II, p. 124) también recordaba que se empleaba a un asesino preso en labores de reconocimiento en su propia unidad. <<

[27] Víktor Astáfiev, Tam, v okópaj (Vospominania soldata), Moscú, 1986, p. 24. <<

[28] Se pueden encontrar ejemplos de ello en GARF 7.523/16/388, que contiene los registros de la comisión que abordó la restitución de las medallas a los soldados que habían sido condenados por delitos diversos en el frente. <<

[29] Dróbyshev, ed., Nemtsy o russkikh, p. 94. <<

[30] Puede verse un paralelismo con el ejército británico en la Primera Guerra Mundial en Frank Richards, Old Soldiers Never Die, Londres, 1933, p. 194. <<

[31] Dróbyshev, ed., Nemtsy o russkikh, p. 94. <<

[32] Vasili Chuikov, The End of the Third Reich, trad. inglesa de Ruth Kisch, Londres, 1976, p. 40. <<

[33] Dróbyshev, ed., Nemtsy o russkikh, p. 94. <<

[34] Velíkaia otéchestvennaia, 14, p. 619; informe fechado e] 1 de octubre de 1944. <<

[35] Lev Kópelev, No Jailfor Thought, trad. inglesa de Anthony Austin, Londres, 1977, p. 38. <<

[36] Velíkaia otéchestvennaia, 2, 3, pp. 265-266. <<

[37] Ibíd., p. 295. <<

[38] Velíkaia otéchestvennaia, 6, p. 247, sobre el lamentable estado de las cocinas en las unidades políticas de reserva del segundo frente báltico. <<

[39] TsAMO, 523/41.119S/1, 17; véanse también informes similares de la inteligencia alemana, RH2-2.338, 10, 1944. <<

[40] RGVA, 32.925/1/516, 177, abril de 1944. <<

[41] RGVA, 32.925/1/515, 139-140. <<

[42] RGVA, 32.925/1/516, 4 y 178. <<

[43] Velíkaia otéchestvennaia, 14, 590. <<

[44] TsAMO, 523/411.195/1, 169. <<

[45] Yermolenko, Voienny…, p. 52. <<

[46] Véase Overy, Russia’s War, pp. 238-239; Erickson, The Road to Berlín, pp. 198-200. <<

[47] Chuikov, The End of the Third Reich, p. 27. <<

[48] Belov, «Frontovoi…», p. 469, 31 de marzo de 1944. <<

[49] Ibíd., pp. 473-474, 18 de jumo de 1944. <<

[50] Glanz y House, When Titans Clashed, p. 209. <<

[51] Citado en GarthorT, How Russia Makes War, p. 237. <<

[52] Erickson, Tlie Road to Berlín, p. 225 <<

[53] RH2-2.338, 44-07, 1-2. <<

[54] GASO, Rl.500/1/1, 63. <<

[55] Chuikov, The End…, p. 28. <<

[56] RH2-2.467, 118, sobre los permisos. Respecto a los incentivos en metálico para los aviones y prisioneros, véase RH2-2.338. <<

[57] Sídorov, Trud voennoplennykh v SSSR 1939-1956gg. <<

[58] Pravda, 19 de julio de 1944; Werth, Russia at War, p. 862. <<

[59] Yermolenko, Voienny…, p. 46. <<

[60] Ibíd., p. 50. <<

[61] Pisma s fronta i na front, p. 92 <<

[62] Stalin, O velikoi otéchestvennoi voiné, pp. 145-146 <<

[63] RH2-2.338, marzo y abril de 1944. <<

[64] Véase, por ejemplo, Pravda, 26 de agosto de 1944 <<

[65] Los informes de la inteligencia alemana hacían hincapié constantemente en ello. Véase, por ejemplo, RH2-2.338; 44-08, infomie mensual de inteligencia correspondiente a agosto de 1944. <<

[66] Sobre el nacionalismo ucraniano de raíz étnica, véase Amir Weiner, Making Sense, pp. 240-241. <<

[67] Véase Leo J. Docherty III, «The Reluctant Warriors: The Non-Russian Nationalities in Service of the Red Anny during the Great Patriotic War 1941-1945», JSMS, 6, 3, septiembre de 1993, pp. 432-433. <<

[68] RH2-2.468, 35. <<

[69] Ibíd., 80. <<

[70] Idib., 35 y 38. <<

[71] Los detalles proceden de RGASPI, 17/125/241, 93-94. <<

[72] RH2-2.468, 35. <<

[73] Una observación que especificaba —y comprensiblemente creía— la inteligencia alemana. Véase RH2-2.338, 44-09, 1. <<

[74] Este hallazgo confirma los comentarios de RH2-2.468, 80. <<

[75] RGASPI, 17/125/241, 88. <<

[76] Ibíd., 89. <<

[77] Ibíd., 91-92; 95. <<

[78] Ibíd., 95. <<

[79] Velíkaia otéchestvennaia, 6, pp. 292-295. <<

[80] Yermolenko, No Jail for Thought, 59 y 62. <<

[81] Kópelev, No Jail…, p. 53. <<

[82] La inquietud del departamento de agitación estaba plenamente justificada. Véase Seniávskaia, Frontovóie pokolenie, p. 91. <<

[83] Para otras evidencias de ello, véase Bundesarchiv, RH2-2.338, 45-02, 2-3. <<

[84] Beevor, Berlín…, p. 34. <<

[85] Sus comentarios fueron fielmente recogidos. Pueden verse diversos ejemplos del verano de 1944 en RGVA, 32.925/1/515. <<

[86] Chuikov, The End…, p. 34 <<

[87] RH2-2.468, 6-7, 27. <<

[88] Véase, por ejemplo, la valoración de Glantz y House, When Titans…, p. 214. Se da una versión más detallada en Erickson, The Road to Berlín, pp. 247-290. <<

[89] Weiner, Making…, p. 149. <<

[90] RGVA, 32.925/1/516, 176, abril de 1944. <<

[91] RH2-2.337, 58. <<

[92] La idea era que así podían disparar protegidos tras las esquinas. <<

[93] Bundesarchiv, RH2-2.337, 70-71. <<

[94] Estos chistes se hallan entre los que me contaron los veteranos, que los recordaron en más de una entrevista. También pueden encontrarse, minuciosamente recopilados, en Bundesarchiv, RH2-2.337, el informe de la propia Wehrmacht sobre el antisemitismo soviético. <<

[95] Puede verse exactamente este efecto en la carta de un soldado en 1943, en Seniávskaia, Frontovóie pokolenie, p. 83. <<

[96] De hecho, el número de víctimas civiles fue mayor entre los ucranianos, y el mayor de todos proporcionalmente —aunque no numéricamente— fue el de Bielorrusia. <<

[97] Werth, Russia at War, pp. 702-706. <<

[98] Bartov, The Eastern Front, p. 132 <<

[99] Velikaia otéchestvennaia voiná, 4, p. 289. <<

[100] Ibíd., p. 289; véase también Vserossískaia kniga pámiati, 1941-45, Moscú, 1995; Obzorny tom, p. 406; Glantz y House, Wlien Titans…, p. 51. <<

[101] Werth, Russia at War, pp. 387-388. <<

[102] Ibíd., p. 702; Bundesarchiv, RH2-2.337, 104. <<

[103] Garrard y Garrard, Bones, p. 174. <<

[104] Weiner, Making…, p. 260. <<

[105] Para un análisis de ello, véase Garrard y Garrard, Bones, pp. 180-187. <<

[106] Pravda, 3 de agosto de 1944. <<

[107] Werth, Russia at War, p. 890. <<

[108] Ibíd., p. 892. <<

[109] Ibíd., p. 702. <<

[110] RGVA, 32.925/1/515, 2. <<

[111] RGASPI, 17/125/190, 16. <<

[112] He escuchado varias explicaciones del pogromo en el distrito urbano de Podol. Esta me la dio Antony Beevor, y se basa en documentos archivados que tuvo ocasión de ver en Moscú. <<

[113] Overy, Russia’s War, pp. 309-311; sobre el complot de los médicos, véase Louis Rapoport, Stalin’s War Against theJews, Nueva York, 1990; Jonathan Brent y Vladímir P. Naúmov, Stalin’s Last Crime: The Doctor’s Plot, Londres, 2003. <<