Notas capítulo 1

[1] La música la compusieron Dmitri y Danil Pokrass, pero era el nombre de Lebedev-Kumach el que recordaba la gente. <<

[2] Hay una descripción de una de aquellas proyecciones en O. V. Druzhba, Velíkaia otéchestvennaia voiná v soznanii sovétskogo i postsovétskogo óbschestva: dinámika predstavlenii oh istorícheskom próshlom, Rostov del Don, 2000, p. 22. <<

[3] John Erickson, The Road to Stalingrad, Londres, 1975, pp. 27-28. <<

[4] Druzhba, Velíkaia otéchestvennaia voiná v soznanii…, pp. 22-23. <<

[5] En números redondos, murieron alrededor de 1 700 000 soldados rusos frente a 1 686 000 alemanes, aunque Alemania combatió diez meses más y estuvo luchando en dos frentes durante la mayor parte del tiempo. Las tropas del Imperio británico sufrieron unas 767 000 bajas, y las estadounidenses, alrededor de 81 000. <<

[6] Sheila Fitzpatrick, Stalin’s Peasants, Oxford, 1994, pp. 80-81. <<

[7] A los hijos de los antiguos kulaks se les permitió incorporarse al frente a partir de abril de 1942. <<

[8] Lev Kópelev, No Jailfor Thought, Londres, 1977, p. 13. <<

[9] Citado en Robert Conquest, Harvest of Sorrow, Oxford, 1986, p. 233. <<

[10] Varlam Shalamov, Kolyma Tales, Hardmondsworth, 1994, p. 43. <<

[11] Werth, Russia at War, pp. 112 y 136. <<

[12] Stephen J. Zaloga y Leland S. Ness, Red Army Handbook, 1939-1945, Stroud, 2003, p. 157. El número de vehículos blindados que integraban la reserva de tanques soviéticos era de algo más de veintitrés mil. <<

[13] Véase también Stephen Kotkin, Magnetic Mountain: Stalinism as a Civilization, Berkeley y Los Ángeles, 1995, p. 238. <<

[14] Sheila Fitzpatrick, Everyday Stalinism. Ordinary Life in Extraordinary Times: Soviet Russia in the 1930s, Oxford, 1999, p. 18. <<

[15] Ibíd., pp. 90-91. <<

[16] Véase Kotkin, Magnetic Mountain: Stalinism as a Civilization, p. 246. <<

[17] Viacheslav Kondrátiev, «Oplácheno kroviu», Ródina, 1991, n.os 6-7, p. 6.<<

[18] Los detalles proceden de los excelentes resúmenes biográficos de Harold Shukman, ed., Stalin’s Generáis, Londres, 1993 y 1997. <<

[19] En realidad es más probable que se tratara de Domier 17 o de Heinkel 111. El recuerdo de Kirill hace pensar que quizás «Messer» fuera un término genérico para designar a los aviones alemanes antes de que la gente empezara a conocerlos demasiado de cerca. <<

[20] Werth, Russia at War, p. 200. <<

[21] En su clásica historia de los años que desembocaron en Stalingrado, Antony Beevor sugiere que los judíos soviéticos no sospechaban los planes de genocidio fascistas (Stalingrad, p. 56). En realidad, aunque tras el pacto Mólotov-Ribbentrop de 1939 apenas se hizo referencia al antisemitismo alemán, y aunque nadie sospechaba el verdadero alcance de la «solución final», los ciudadanos soviéticos habían sufrido un auténtico bombardeo de evidencias del racismo alemán, incluido el antisemitismo, ya antes de 1939, y muchos judíos polacos y austríacos que habían huido del dominio nazi habían confirmado los temores de sus parientes soviéticos. <<

[22] Detwiler, ed., World War Two Germán Military Studies, vol. 19, D-036, pp. 3-4. <<

[23] En realidad esa afirmación minimizaba los logros de la última época del zarismo. Véase Jeffrey Brooks, When Russia Leamed to Read: Literacy and Popular Literature, 1861-1917, Princeton, 1985. <<

[24] Druzhba, Velíkaia…, pp. 9-10. <<

[25] Ibíd., p. 29. <<

[26] Fitzpatrick, Everyday Stalinism, p. 69. <<

[27] Sobre la calidad del entrenamiento, véase Williani E. Odom, The Soviet Volunteers: Modemization and Bureaucracy in a Public Mass Organization, Princeton, 1973; véase también Reina Pennington, Wings, Women and War: Soviet Airwomen in World War II, Lawrence, 2001. <<

[28] Fitzpatrick, Everyday Stalinism, p. 75. <<

[29] Zaloga y Ness, Red Army Handbook, p. 147. <<

[30] Esta es de mayo de 1941; Rossiiski gosudarstvenny arjiv sotsialno-politícheskoi istorii (RGASPI), 17/125/44, 57. <<

[31] Angélica BalabanofT, citada en Merridale, Night of Stone, p. 148. La misma percepción ha sido expresada por ciudadanos de otras dictaduras ideológicas. <<

[32] Gosudarstvenny arjiv óbschestvenno-politícheskoi istorii kurskoi oblasti (GAOPIKO). <<

[33] La cifra de la propia NKVD para 1939 es 1 672 438. Para un análisis de estas cifras véase Anne Applebaum, Gulag, pp. 515-522. <<

[34] Kópelev, No failfor Thought, p. 92. <<

[35] V. M. Sidélnikov, comp., Krasnoarmeiski folklor, Moscú, 1938, pp. 142-143. <<

[36] Sobre la ironía en los relatos de guerra, véase Samuel Hynes, The Soldier’s Tale: Bearing Witness to Modern War, Londres, 1998, especialmente p. 151. <<

[37] Druzhba, Velíkaia…, p. 29. <<

[38] Ibíd. <<

[39] E. S. Seniávskaia: «Zhénskie sudby skvoz prizmu voiennoi tsen-zury», Voienno-istorícheski arjiv, 7, 22, 2001, p. 82. <<