LAS CLAVES DE ESTE LIBRO

«La teología de ustedes ayuda a la transformación de América latina más que millones de libros sobre marxismo».

Fidel Castro a Leonardo Boff y Frei Betto en presencia del obispo español en Brasil, Pedro Casaldáliga, C.M.F., que reproduce admirativamente la frase en su libro Nicaragua, combate y profecía, Madrid, Ayudo, 1986, p. 134.

«La misión de los jesuitas en el Tercer Mundo es crear el conflicto. Somos el único grupo poderoso en el mundo que lo hace».

César Jerez S.J., provincial de Centroamérica 1976-1982, en una reunión de jesuitas en Boston, New England Jesuit News, abril, 1973.

«Nosotros los cristianos somos a la vez hijos de una virgen y de una puta (Ivan Illich). Y creo que ésta es la verdad».

Ernesto Cardenal, sacerdote y luego ministro de Nicaragua, en la biografía de J. L. González Balado, Salamanca, «Sígueme», 1978, p. 23.

«Son los comunistas, y no los jesuitas, quienes están ganando la batalla del ateísmo».

Igor Bonchkovski en Tiempos Nuevos, n.° 40, Moscú, 1975.

«Así la planificación nacional de la Compañía de Jesús en los Estados Unidos debería, tras el ejemplo de China, convertirse en una planificación internacional. Hacia la convergencia de problemas en todas las zonas del mundo en torno a un tema único: la construcción, en diferentes tiempos y formas, de una sociedad mundial comunista».

Documento estratégico de un grupo de jesuitas holandeses —en colaboración internacional con otros jesuitas revolucionarios— publicado para debate interno en la revista oficial de la Compañía de Jesús en los Estados Unidos, National Jesuit News, abril, 1972.

«El capítulo sobre la clausura (en las nuevas Constituciones para las Carmelitas Descalzas dictadas por la Santa Sede) es impresentable teológica, religiosa y humanamente hablando. Lo presiden el miedo, la sospecha y unos condicionamientos del siglo XVI».

Carta de los Provinciales Carmelitas Descalzos de España y Portugal al cardenal Hamer, prefecto de la Sagrada Congregación de Religiosos, que les había enviado el proyecto, 10 de marzo, 1987, ABC, 25-IV-87, p. 73.

«Las sociedades socialistas son muy éticas, limpias física y moralmente. Si no fuera por su doctrina materialista se podría afirmar que realizan la enseñanza ética de la doctrina social de la Iglesia».

Leonardo Boff a su regreso de un viaje a Moscú, cfr. ABC, 16-VII-87, p. 45.

«El marxismo proporciona una comprensión científica de los mecanismos de opresión en los niveles mundial, local y nacional; ofrece la visión de un nuevo mundo que debe ser construido como una sociedad socialista, primer paso hacia una sociedad sin clases, donde la fraternidad genuina pueda ser esperanzadamente posible, y por la cual merece la pena sacrificarlo todo».

Declaración de la Asociación Teológica de la India, en la revista Vidyajyoti, de la Facultad teológica de los jesuitas en Delhi, abril, 1986.

«Soy testigo ante Dios y Jesucristo, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos por su venida y su reino: predica la palabra, insiste oportuna e importunamente; discute, suplica, increpa con toda paciencia y saber. Porque vendrá un tiempo en que no aguantarán la doctrina sana, sino que a su gusto reunirán maestros que les cosquilleen los oídos, y apartarán su atención de la verdad, y se volverán a las fábulas. Pero tú vigila en todo, trabaja, haz la obra del evangelista, llena tu ministerio y sé sobrio. Porque yo me marcho ya, y apremia el tiempo de mi despedida. He combatido un buen combate, he terminado la carrera, he guardado la lealtad. Me espera una justa corona, que me devolverá Dios, juez justo, en aquel día».

San Pablo a Timoteo, segunda carta, 4, 1-8.