27. Espantando visitas molestas

El novelista Ferenc Molnár era poco amigo de recibir visitas inesperadas, por lo que cada vez que se presentaba alguien sin avisar, su asistente personal decía la misma frase: «Lo siento, pero el señor Molnár no está en casa. Ha salido hace un momento, pero si usted corre calle abajo, seguro que podrá alcanzarlo».