La piscina de mayor profundidad del mundo está en Bruselas, la capital de Bélgica. Fue abierta al público en el año 2008 (después de ocho años de construcción) y tiene una profundidad de 33 metros. No es una piscina convencional, ya que en sus profundidades se encuentran túneles, como si de cuevas submarinas se tratase, siendo utilizada por buceadores para entrenarse.