03. ¿Por qué decimos «Jesús» o «Salud» cuando alguien estornuda?

Nuestros antepasados de hace miles de años ya eran supersticiosos y al acto del estornudo lo tenían catalogado, con un baremo de mayor o menos gravedad, dependiendo en el momento del día y lugar se producía.

Estaban convencidos de que el estornudo era un medio por el que los malos espíritus y las enfermedades podían colarse en nuestro cuerpo, por lo que tras efectuar un estornudo, los presentes exclamaban cosas como: «¡Que Júpiter te conserve!» o «¡Zeus te salve!» en el caso de los griegos o un «¡Salve!» en el de los romanos.

Tras la llegada del cristianismo, se le añadió un nuevo elemento negativo al estornudo, que era la presencia del diablo y para evitar que éste se le metiera dentro del estornudador, se le exclamaba varias veces: «¡Jesús!»

Los musulmanes también tiene su propia exclamación y esta suele ser: «¡Vive!» a lo que el otro contesta con un «¡Contigo!».

Habitualmente, muchas personas no creyentes utilizan el término «¡Salud!» tras escuchar estornudar a alguien, pero en la mayoría de veces sin el componente supersticioso que dio origen a decir algo tras un estornudo.