En realidad se les decía addictus que es su forma en latín porque significaba asignado o entregado. Cuando se vendía un esclavo, éste era asignado y entregado a su nuevo amo, por lo que pasaba a ser el addictus de (y el nombre de su amo) y acabó siendo utilizado para decir que pertenecía alguien o algo.
Ya en su evolución en las diferentes lenguas, con el tiempo se aplicó la palabra adicto para señalar a aquellos que estaban entregados o pertenecían a la droga, juego, sexo, trabajo o cualquier cosa a la que se puede ser adicto.