Sobradamente conocido es el efecto placebo y sus causas, que provocan que un paciente note una mejoría creyendo que una determinada medicina le está funcionando bien, cuando en realidad lo que está tomando es un compuesto inocuo (normalmente agua con colorante o cápsulas de azúcar o bicarbonato).
Sin embargo, en los últimos tiempos está apareciendo también generado por la sugestión de los pacientes pero con un efecto contrario al del placebo: el efecto nocebo. Su característica principal es la capacidad de rechazo y convencimiento que tienen algunos pacientes de que el tratamiento médico no tiene ningún efecto positivo para su enfermedad.
Los afectados por el nocebo manifiestan un empeoramiento en los síntomas causado (según éstos) por un mal diagnóstico y una incorrecta medicación.
Tras múltiples pruebas y estudios, los investigadores han podido determinar que el efecto nocebo viene provocado por las propias expectativas pesimistas del paciente, que acude ya predispuesto al fracaso en el diagnóstico y evolución de la enfermedad, incluso antes de entrar en la consulta.