11. ¿Sabías que las Pringles no son patatas fritas?

Así lo dictamino un magistrado británico tras la solicitud que realizaron los propietarios de la empresa que comercializa las Pringles para poder acogerse a un impuesto fiscal menor.

Resulta que en Gran Bretaña las patatas fritas de bolsa estaban gravadas con un impuesto del 17,5%, mientras que los aperitivos a base de galletas saladas y/o frutos secos sólo lo tenían del 5%. De esta forma, los fabricantes de Pringles tomaron la decisión de recurrir y solicitar que se les incluyera dentro del grupo de los snacks con menor impuesto.

Para conseguirlo demostraron que su producto se elaboraba a base de una masa con diversos ingredientes entre los que se encuentra la harina de maíz, patatas deshidratadas, almidón, grasas vegetales…

La cantidad de patata utilizada no alcanza el 50%, por lo que reconocían que no elaboraban patatas fritas, sino un aperitivo. Su argumentación convenció al tribunal y fueron gravados con un impuesto menor.

Posteriormente a la resolución del Tribunal Supremo, la Corte de Apelación británica revocó dicho dictamen declarando que, una composición del 42% de patata, es un porcentaje lo suficientemente alto de producto como para catalogar a las Pringles de patatas fritas, volviéndole a aplicar a partir de aquel momento el gravamen correspondiente a ese tipo de producto, lo que supuso a la multinacional Procter&Gamble el tener que desembolsar cerca de 100 millones de libras esterlinas en concepto de pago de impuestos atrasados.