Originalmente titulada «Hey Jules», la canción fue escrita por Paul McCartney para consolar al pequeño Julian, de seis años, durante el divorcio de sus padres, John Lennon y Cynthia Powell, en 1968.
Tras componerla, McCartney decidió cambiar Jules por Jude porque pensó que sonaba mejor a la hora de interpretarla. Julian tardó cerca de veinte años en descubrir que el tema «Hey Jude» había sido escrito para él por su tío Paul.