15. A que te monto un poyo

El siglo XIX vio florecer una nueva especie de charlatanes que iban por todo tipo de lugares públicos (normalmente plazas y parques) montando su pequeña tribuna portátil desde la que dirigían a los presentes.

Normalmente, su discurso se fundamentaba en consignas políticas que atacaban a otro partido y, al ser peroratas públicas, solía ser el origen de algún que otro altercado entre los oyentes y/o el orador.

Las tribunas portátiles eran conocidas como poyo [del latín podium, podio]. De ahí que se relacionase las discusiones que se originaban con el hecho de «montar el poyo» por parte de la persona que hablaba en público, dando origen a la expresión, para referirse a ella como «montarse un follón o discusión».

El Diccionario de la RAE (Real Academia Española) admite que se utilice la palabra pollo para esta locución.

Por cierto, que esta tradición oratoria todavía pervive hoy en día en algunos lugares del mundo como por ejemplo en el extremo noreste de Hyde Park, en Londres, donde existe un rincón que está reservado para aquel que quiere ir y hablar en público. Quien quiera dirigirse a los viandantes únicamente necesita llegar, colocar su tribuna, o montar su poyo, y dar su discurso. Este lugar es conocido como el Speakers’ Corner [rincón del orador].