«¡Tres… Dos… Uno… Cero!». Normalmente relacionamos esta cuenta con el lanzamiento de un cohete, pero la cuenta atrás no es un invento de la NASA o algún que otro centro de investigación espacial, sino que su origen y popularidad proviene de un largometraje del año 1929 de Fritz Lang, titulado Die Frau im Mond [La Mujer en la Luna].
Preguntado por ese recurso, el propio Lang explicó en una entrevista: «Si empezamos a contar a partir de uno, no sabremos cuándo terminar. Pero si empezamos desde diez hacia atrás, todos sabrán que la cuenta acabará en cero. Eso da un dramatismo inusitado a la escena».
Ese conteo descendente sería después aplicado por otros directores en muchísimas películas y, lo que es más interesante, a los lanzamientos reales, con lo que debemos a Lang el suspense que se produce cada vez que se pone en marcha la carrera espacial, enviando naves o satélites al espacio.