El ingeniero Yassim es un hombre muy bueno y dulce. Tiene 55 años y es el logístico afgano de la coordinación. Yassim es el claro ejemplo de alguien que nace en condiciones muy difíciles pero que logra salir adelante por su excepcional inteligencia. Resulta que el ingeniero Yassim nació en una vereda de una remota, violenta y lejana provincia de Afganistán. Cuando tenía 13 años, un hombre de otra familia mató a su papá. En el campo no hay sistema organizado de justicia, así que entre las familias arreglan el problema como buenamente pueden porque, si no lo resuelven, por cuestiones de honor se tienen que matar los unos a los otros hasta que se acaban las familias. Una de las soluciones más frecuentemente utilizadas es la de pedir perdón regalando una de las hijas para que se case con uno de los hijos de la familia ofendida, con lo que las familias dejan de ser enemigas y se convierten en «familiares». El pobre Yassim tenía sólo 13 años cuando la familia del asesino le mandó una mujer de 29 para saldar las cuentas. Como los hermanos de Yassim ya se habían casado, y en vista de que la mujer ya estaba en la casa, resolvieron chantársela a Yassim y los casaron. ¡Cómo sería la desdicha de esta pareja! Ella fue regalada para prevenir la matanza de más gente, y a él lo encartaron con una mujer más vieja, que además era la hermana del asesino de su padre y muy ignorante.
Pasaron los años y a Yassim lo becaron en Kabul por ser uno de los niños más inteligentes del colegio. Mientras tanto, Yassim creció, se convirtió en un hombre y la embarazó, como buen esposo afgano. Resulta que luego de graduarse del colegio, a Yassim le salió una beca para estudiar ingeniería en Japón y él la aceptó; luego le resultó un postgrado en Alemania y también lo aceptó. Al buen Yassim se le abrió el mundo y aprendió a vivir en la civilización. Se convirtió en un hombre moderno y de avanzada, educado y culto, pero con un legado muy pesado tras de sí. Volvió a Afganistán, encontró a su mujer y a sus dos hijos —ya grandecitos— y se enfrentó al terrible dilema de tener la mente en 1970 y el cuerpo y la familia en 1570. En Europa también aprendió que los humanos se enamoran los unos de los otros y se casan con la persona que escogen pero él nunca tuvo la oportunidad. Un día se sentó con la esposa y le dijo que él nunca la iba a abandonar y mucho menos a sus hijos pero que ella tenía que entender que él necesitaba ser libre para casarse con una mujer más joven y más parecida a él. Ella aceptó sin chistar y hoy en día el ingeniero Yassim tiene dos esposas, dos casas y cuatro hijos.