5 de marzo

Esta mañana, al despertarme, Jennifer estaba de pie al otro extremo de la cama. Esperaba a que yo abriera los ojos, pero cuando miré, se había ido.

Para empezar, el fantasma de una persona muerta ha de dividirse en multitud de fantasmas. Para empezar, se trata de un trabajo intensivo. Porque hay multitud de cuartos que visitar, multitud de durmientes a quienes contemplar.

Y a algunos de estos durmientes —quizá sólo a dos o tres— jamás los abandonará.