Con los dos disparos siguientes, Johnny elimina al Niño Loco que entra primero, pero el otro —al que llaman Sierra de cadena— se tira al suelo, rueda hacia la derecha y se pone de pie disparando.
Johnny también se arroja al suelo, inclina la mesa de centro delante de él, aunque no lo protege gran cosa: la pistola automática vuela una franja de la parte superior y desparrama esquirlas de cristal y de madera por toda la habitación.
Cuando Johnny se incorpora, no encuentra al pistolero.
Sin embargo, Sierra de cadena lo encuentra a él y está a punto de descargar otra ráfaga cuando le estalla el corazón.
Petra está de pie contra la pared.
Empuña una pistola con las dos manos.