El cristal derecho de las gafas se hace añicos, un ojo azul brillante desaparece en medio de una mancha roja y Jones desaparece de la vista de Boone.
Siguen dos disparos más, cada uno en la cabeza de uno de los matones. El conductor cae muerto sobre el volante. El último matón trata de coger la pistola, pero la bala lo sorprende a mitad de camino y después queda inmóvil.
La puerta de la furgoneta se abre.
—¿Estás bien, hermano?
—¿Bien, hermano?