—Para mí que Daniels tiene algo que ver —dice Harrington, cuando han dejado marchar a los Nichols, con la advertencia habitual de que permanezcan localizables.
«¡No me digas! ¡Qué sorpresa!», piensa Johnny.
Es que, según Harrington, Boone ha tenido algo que ver en el asesinato de los dos Kennedy, el secuestro del hijito de Lindbergh y hasta la crucifixión de Nuestro Señor Jesucristo.
—Ha dado negativo en el test de AA —dice Johnny.
—¿Y qué? —dice Harrington—. Muchas veces obtienen falsos negativos.
Harrington le explica lo que piensa. En primer lugar, han situado a Daniels en la escena, mientras que a Nichols no. En segundo lugar, los ricos casi nunca —más bien nunca— matan por sí mismos, sino que contratan a otros para que lo hagan por ellos. En tercer lugar, el surfista Daniels es un maleante y un pelagatos, precisamente el tipo de persona que haría una cosa así.
—Primero localiza a Schering para Nichols —dice Harrington—. Entonces Nichols le dice que le pagará si acaba el trabajo. Joder, probablemente fue el propio Daniels el que se ofreció a hacerlo. Como expolicía, aunque me avergüence decirlo, Daniels sabe usar una pistola. Sin embargo, el muy gilipollas es tan tonto de los cojones que llega al lugar con su propio vehículo. Ahora lo que tenemos que hacer es retorcerle los cataplines hasta que confiese y después conseguir que el fiscal del distrito le ofrezca rebajarle la condena por dar el chivatazo de Nichols. Misión cumplida, nos vamos a desayunar, a casa y a dormir.
Sin embargo, a Johnny le parece que Boone no tiene nada que ver. Por cabreado que esté con él por haberse subido a la ola de Corey Blasingame, no se traga la píldora de que sea un asesino. Y Harrington tampoco debería tragársela. Joder, si todo el problema entre ellos empezó cuando Boone se negó a ayudarlo a pegarle una paliza a un sospechoso de haber secuestrado a una niña y el tío huyó.
Boone podrá ser un montón de cosas —demasiado relajado, irresponsable, inmaduro—, pero ¿asesino a sueldo? Claro que siempre necesita dinero, pero ¿hacer una cosa así? Imposible, no puede ser. Es probable que se esté dando con la cabeza contra la pared por el papel que le ha tocado desempeñar, sin querer, en la muerte de Schering.
Pues no, si Nichols contrató a alguien para hacerlo, encontró a alguien que no era Boone Daniels.
Vale, entonces ¿qué estaba haciendo Boone en la casa de Schering? Es evidente que siguió a Donna Nichols hasta allí, pero, según la declaración del vecino, aparcó frente a la casa y esa no es una buena técnica. Boone no se acercaría tanto, a menos que…
… necesitase proximidad. ¿Para qué?
Johnny espera hasta que Harrington anuncia que ha acabado su turno. Entonces va a buscar su propio coche y conduce hasta el Muelle de Cristal.