Mientras Boone se aleja, siguen resonando en sus oídos la música y las palabras de despedida de Boyd:
—¡Regresarás, Daniels! ¡Cuando hayas comprendido, regresarás!
¡Mira tú!
Boone conduce hacia el oeste hasta que ve un cartel de Starbucks —no es ninguna hazaña— y detiene el coche. Saca el ordenador portátil y entra en Google.
Las catorce palabras —«Debemos asegurar la existencia de nuestra gente y el futuro de los niños blancos»— formaban la frase que acuñó un tal David Lane, fundador del grupo neonazi llamado La Orden, que fue condenado a ciento noventa años de cárcel por asesinato, asalto a un banco y otras capulladas. Desde el trullo, pasó a mejor vida en el 2007.
«O sea, que en la cárcel también ocurren cosas buenas», piensa Boone.
Escribe «5 + supremacía blanca».
Lo que aparece le produce náuseas.
Según el código de la supremacía blanca, el cinco representa las cinco palabras; a saber:
«No tengo nada que decir.»