48

En realidad, para Jones lo ha sido.

No ha habido nada que no le gustase en su traslado de un buen hotel a otro y después de comprobar dos veces al día si lo necesitan para que vaya a ver a alguien, con o sin una solución definitiva.

Jones prefiere mantenerse activo. Disfruta con su trabajo, aunque un poco de ocio no le va mal, tampoco. Aparentemente, su empleador y los que mandan están tratando de resolver aquel problema en particular de forma «amistosa». Si lo logran, Jones pasa unas vacaciones gratuitas en San Diego; de lo contrario, tendrá que hacer algún trabajito y regresará a casa con un sobre más abultado.

Mientras tanto, da una vuelta por el paseo entarimado de la playa, se embadurna de protector solar, observa a las encantadoras jovencitas en traje de baño y se las imagina haciendo muecas de dolor.

En términos generales, es un buen día.