Un serio y útil proyecto para hacer un hospital de incurables se publicó anónimamente en Londres, en 1733. La idea del hospital rondó frecuentemente los pensamientos de Swift. En sus propios versos En la muerte del Dean Swift, editados en 1739, decía de sí mismo:
Dio la poca fortuna que tuvo
para construir una casa para tontos y locos
Efectivamente —no sabemos si como concesión a los hombres o como ironía complementaria— Swift donó por testamento siete mil libras para la construcción del Hospital de San Patricio, en Irlanda.