Los rebeldes o insurrectos de la isla de Cuba, que lucharon para sacudirse el dominio español, merecen todos nuestros respetos y la historia ya les ha hecho justicia; no obstante, Salgari, en esta obra, los trata con poca equidad y simpatía. También hace menosprecio de la raza negra, con un racismo exagerado, que quizá era usual en su época.
Haciendo notar nuestra disconformidad, no podemos, por otra parte, corregir al escritor italiano en la traducción; por ello, estas opiniones de Emilio Salgari van, más o menos, tal como el autor las escribió.
Nota del Editor