POR cada vaso de leche, una onza de sémola bien fina; cuando empieza a calentarse la leche, se echa la sémola con cuidado de moverla continuamente, y después que ha dado un par de hervores se aparta, y cuando empieza a enfriarse se le echa por cada vaso de leche un huevo batido, se mueve bien y se pone al horno cinco minutos y se polvorea de azúcar blanca molida.