TÓMESE una lengua fresca de buey, póngase en adobo con sal en abundancia, dos cucharadas de pimienta molida, ocho dientes de ajo muy picados y medio real de sal de nitro. Dicha lengua queda cubierta con el adobo por espacio de tres días, dándole vueltas cada doce horas; póngase en prensa cubierta totalmente de sal también durante tres días, y al cabo de este tiempo póngase a cocer con una ramita de perejil, dos hojas de laurel, un poco de canela y ocho clavos de especia y vino blanco. Una vez cocida, quítese el pellejo y después póngase en prensa para darle la forma que se crea conveniente. Esta lengua se sirve fría.