SE preparan cinco docenas de almejas y se colocan en una cazuela al fuego sin agua para que se abran.
Luego se descarchan y se rehogan las almeja; en una cazuela, con dos onzas de manteca de vaca, sin dejar que tomen color; se sazonan de sal, pimienta, clavos, nuez moscada, perejil, laurel, y a fuego lento de dejan cocer media hora. Se retira la cacerola del fuego y se pasa el guiso por un colador, ayudado del agua que está en reserva que han soltado las almejas. Vacía la cacerola se derrite en ella a Alego vivo dos onzas más de manteca de vaca, incorporando tres cucharadas de fécula de maíz para producir una papilla espesa que se alarga con agua suficiente, echando en seguida la pasta tamizada y dos copas de Jerez u otro vino blanco, revolviéndolo sobre fuego vivo.
En la sopera que ha de servirse, se tiene preparado, en pedacitos cuadrados, tres claras de huevo duro, y antes de echar el contenido de la cazuela en la sopera, se liga fuera del fuego con una yema de huevo desleída en tres cucharadas de agua fría, y se une a la sopa.
Esas substancias son para seis platos de sopa.