Dulce de tomate

SE escogen los tomates de la corteza gruesa y de poca semilla, si puede ser, de estos que tienen la forma de pera; puestos en un lebrillo, se les echa agua hirviendo hasta que sueltan la piel; se abre el tomate con cuidado de no desbaratarlo, se limpia bien de adentro para quitarles la semilla con agua fría, y luego se ponen a escurrir. Se hace el almíbar, poniendo la mitad de la cantidad del azúcar de la pasta que se tendrá ya pesada; en el almíbar, después de purificado, se le añade canela entera y unos clavos de especia enteros; cuando hierve se coloca el tomate; es muy conveniente cuando se vaya a colocar en el almíbar, con un paño ir secándolos. Se deja hervir con fuego lento, hasta que tome punto.