PARA tres patricones de leche, dos yemas de huevo y un huevo entero. Los huevos se baten con azúcar bastante rato, se unen con dos partes de la leche, reservando una parte; ésta ha de estar tibia, y moviéndola aprisa para que no se cuaje el huevo, se perfuma de canela o vainilla, y se cuela. La parte de leche reservada en un pote de hojalata se pone al baño maría con cinco hojas de cola de pez blanca, cortada muy fina para que se deshaga más pronto, y cuando está desleída se une esta leche a la otra que está con el huevo, se prueba de dulce y se coloca en un molde que no tenga dibujos; se deja de noche en un sitio que dé bien el aire para que cuaje, y cuando está puede sacarse del molde.