CON cinco onzas de chocolate y la leche necesaria, hágase un chocolate muy espeso y se deja enfriar. Acaramélese un molde poco quemado. Bátase cinco yemas de huevo y únase al chocolate; todo bien unido colóquese en el molde preparado y cuájese al baño maría hasta que esté en su punto, para sacarlo del molde cuando esté frío.