SE pone manteca en una cazuela, con una cucharada de harina, y se deja dorar; después se añaden unas cebollas picadas, sal, pimienta y unas cucharadas de caldo; póngase al fuego un cuarto de hora, y antes de servirla añádase un poco de vinagre y un poco de mostaza; muévase hasta que esté todo desleído. Esta salsa es excelente para las carnes de cerdo.