Queso de pavo trufado

EL pavo, después de bien limpio, se desprende la piel con todo el cuidado posible para que no se rompa, se descarna toda la carne de los huesos, se pica con jamón y trufas (éstas cortadas a pedacitos); para un pavo regular media libra de jamón: sazonado de sal y pimienta molida, se rellena la piel, se cose, se envuelve en una servilleta gruesa, se pone a hervir dentro de una olla con agua y sal, apio, zanahoria y hierbas finas; cuando se comprenda que esto está cocido se saca del agua y se pisa con pesos veinticuatro horas para que coja buena forma; pasado este tiempo se quita la servilleta y se sirve cuando está frío.