PARA este caldo es necesario que la carne sea de la parte más magra y limpia de pellejos; en un puchero se pone el agua necesaria para el caldo que se desea hacer; cuando hierve, se echa la carne, un pedazo de gallina, un poco de cebolla blanca y un hueso de ternera de la parte de la rodilla; se deja hervir a fuego lento por espacio de siete lloras, y al darlo al enfermo se cuela; este caldo quedará claro como el agua.