SE pica en la sartén dos o tres cebollas con manteca; cuando empieza a dorarse se le pone una libra de tomates maduros sin piel o cuatro cucharadas de salsa de tomate de lata; cuando está frito se baten seis huevos, con su sal correspondiente, y se unen con el tomate, moviéndolo continuamente, hasta que cuaje el huevo, que queda hecho el revoltillo; se sirve caliente.