LAS espinacas se hierven, y bien escurridas se pican en la media luna. En una cazuela se pone manteca de vaca, un poco de cebolla rallada, una cucharadita de harina, y cuando está dorada se echa la leche, pero no toda la cantidad que se necesita. Se ponen las espinacas y se va aumentando la otra leche; para quince céntimos de espinacas una taza de leche; hecha esta operación, en la sartén se pone manteca de vaca, se baten tres o cuatro huevos y se echan en la sartén; cuando están cocidas de un lado, se colocan las espinacas en una fuente, y la tortilla se coge con cuidado de no volverla, y se coloca la parte cruda encima, polvoreándola de queso se pone al horno y se sirve.