XXV

Día 11, jueves.

Ayer inauguramos la luz eléctrica en Piedrablanca. El interruptor fue cerrado por mí y todas las casas del pueblo se iluminaron de pronto. Los campesinos se emocionaron tanto que me subieron a hombros y me pasearon por todo el pueblo. Dos periodistas que habían venido me hicieron una fotografía así, que se publicará en el periódico El Adelanto.

Día 12, viernes.

Hoy hemos terminado con el grupo quinto. Esta mañana y esta tarde hemos hecho las pruebas, dando un resultado positivo. El nuevo grupo está montado y en perfecto funcionamiento. La central se ha terminado. Sus obras han durado, en total, ocho años y diez meses. Yo he permanecido en el Salto durante seis años y ocho meses, en cuyo período ha nacido el cuarto de mis hijos, María del Carmen, y ha muerto mi mejor amigo, Francisco Ramos. Mañana saldré hacia el nuevo salto de la Sociedad, aprovechando para el viaje el fin de semana. Llegaré allí el domingo por la tarde y el lunes empezaré mi nuevo trabajo: el montaje de los alternadores en una central de salto artificial, proyectada para una producción de trescientos millones de kilovatios-hora al año. El desnivel está conseguido mediante canales que traen el agua desde el nacimiento de un río, para dejarla caer, por las tuberías, desde ciento veinte metros de altura.

Mi familia vendrá después, en un camión que nos proporcionará la empresa. Mi trabajo en la nueva central durará unos cuatro o cinco años como mínimo».

Juan Lobo cumplió el programa de su diario.