Después de una cena erótica
que, cucharada a cucharada,
ha conducido a los amantes
a través de los preámbulos y
juegos amorosos hasta el lecho,
debe haber un final feliz: el postre.
Un postre corona la orgía íntima:
mangos flambeados con ron o
profiteroles rellenos con
frambuesas a cubiertos por un
manto aterciopelado
de chocolate…
En los restaurantes de lujo suele haber un cocinero especializado sólo en dulces, un afortunado ciudadano que pasa sus días entre aromáticas especias, crema fresca, frutas, tartas, pasteles, es decir, justamente lo que desearía hacer yo para ganarme la vida. Los postres son a la mesa lo que los conciertos barrocos son a la música: un arte delicado. Pero el azúcar es fatal, engorda, pica los dientes y arruina la piel, por no mencionar diabetes, colesterol y otras enfermedades que no se notan a simple vista, pero a la larga resultan aterradoras. Aprenda a preparar postres con gracia y ofrecerlos con sentimiento, pero trate de no probarlos. El azúcar, como las caricias, una vez tomado el gusto, se convierte en adicción. Juegue con la cuchara revolviendo el dulce en su plato hasta que pierda todo atractivo, tírelo disimuladamente bajo la mesa —conviene tener un perro para estos casos— o simplemente no se sirva y dígale a su pareja que reserva su porción para juegos eróticos posteriores. Nada hay tan afrodisíaco como la mousse au chocolat sobre la piel, pero procure que sea la suya, porque si la aplica a otro, tendrá que lamerla y contiene muchas calorías. Después de jugar con el postre en la cama, prepare un baño para dos, bien caliente y con sales aromáticas, ponga buena música, encienda velas y sirva champaña en una sola copa. (Todo esto, tan fácil de describir, nunca me resulta en la vida real: se me enfría el agua del baño y se duerme mi compañero mientras yo trato de quitar el chocolate de las sábanas).
Los dulces son una debilidad que he combatido duramente en una guerra sin cuartel iniciada apenas tomé conciencia de que tenía dientes. Es un vicio peor que el alcohol o las drogas, porque es legal, no se considera pecado y puede cometerse en público. Cada bombón en la boca se desliza sin transición a las caderas y luego se paga la culpa en incontables dietas y gimnasios. Nací en un tiempo equivocado; ¿en qué quedó aquel sabio refrán de que «la gordura es parte de la hermosura»? Mi lugar está en las telas de algún pintor impresionista, junto a ninfas gordinflonas; o en los versos de un poeta árabe, entre robustas odaliscas alimentadas de miel y nueces; o en las páginas de un autor Victoriano cuya fantasía erótica fueran las redondas posaderas de una mujer complaciente, que él acariciara con una pluma de pavo real. Ya lo sé, las plumas, como el incienso, pasaron de moda desde la década de los sesenta, pero no se ha descubierto aún nada para reemplazarlas. ¿Qué diablos hago en California en este fin de siglo? Aquí todo el mundo vive obsesionado con la salud y la belleza; a las seis de la madrugada mis vecinos corren por las calles aunque nadie los persiga, en pantalones cortos y con unos aparatos en las muñecas para medir los sobresaltos del corazón. Creo que mientras más palpitaciones por minuto, más grasa se elimina y músculo se desarrolla, pero no estoy segura, porque a pesar de que mi corazón vive al galope, no tengo un solo músculo visible en mi anatomía. Este capítulo del libro ha sido el más difícil para mí. Sueño con postres por las noches y paso los días estudiando las recetas, mientras mi madre las prepara en la cocina y el resto de la familia las goza. Desde hace meses no pruebo dulces de ninguna clase, pero pienso en ellos sin cesar. No debo quejarme, a la mayor parte de mis amigas cincuentonas les pasa lo mismo con el sexo… Con un poco de suerte, pronto seré admitida al círculo de autoflagelantes de mi barrio. (A propósito, hace unas semanas apareció en San Francisco un aviso en el periódico solicitando sádicos y masoquistas para una película pornográfica. Se presentaron cuatro sádicos y sesenta y nueve masoquistas). Creo inútil complicarse la existencia preparando postres, ya tiene usted bastante con los impuestos, ahorre energía para la ejecución amorosa, ¿no es ése el propósito de una cena afrodisíaca? Recuerde que en este caso el hábito hace al monje: la presentación del postre es más importante que el sabor. Cualquier cosa mejora bañada en licor y más aún si le enciende un fósforo, o servida en una copa alta, decorada con crema chantilly. Si busca un efecto más audaz, piense en formas evocativas, por ejemplo: una banana y un par de bolas de helado colocadas estratégicamente. Tenga siempre en la casa algo de fruta fresca o enlatada, helados, sorbetes, chocolate para hacer una salsa y galletas para adornar, con eso sale de apuro si no hubo tiempo para afanarse con las recetas de Panchita que, por lo demás, no son laboriosas.
Las salsas dulces por lo general son cristalinas y a menudo llevan glucosa, o jarabe de goma. Se preparan con frutas frescas o en conservas, con mermeladas y otros ingredientes afrodisíacos, como miel, chocolate, café y especias. Se pueden guardar varios días bien tapadas en la nevera. Las cremas llevan leche o crema y a menudo se espesan con yemas o maicena (harina de maíz muy fina). Cuando se usan huevos hay que tener cuidado con la temperatura de los líquidos, que deben estar calientes pero no hirviendo, para que la crema espese sin cortarse. Las que llevan crema fresca no pueden guardarse más de dos o tres días.
Esta crema es la base de muchas otras, así es que nadie que se respete puede ignorarla. Tiene la textura sedosa de la piel muy joven, un hermoso color marfil y el sabor delicado que se puede cambiar agregando licores de almendra, naranja, etc., aromas como café o chocolate, o bien especias como vainilla, canela, clavo de olor y otros.
Ingredientes
2 tazas de leche
4 yemas
½ taza de azúcar
1 pedazo de cáscara de limón
Preparación
Caliente la leche, el azúcar y la cáscara de limón sin hervir, en una olla de doble fondo, sobre el agua, no dentro, para que la temperatura sea adecuada. Bata bien las yemas. Saque el equivalente a ½ taza de la leche caliente y viértalo de a poco en las yemas, revolviendo todo el tiempo. Incorpore a la mezcla anterior y cocine revolviendo siempre, hasta que espese. Retire del fuego, quite la cáscara de limón, aromatice a su gusto con licores, especias, etc., y deje enfriar, revolviendo de vez en cuando para que no se forme nata. Puede guardarse en la nevera por varios días.
Es una crema de licor que suele servirse sobre helados o sola, en copas pequeñas con unas galleticas.
Ingredientes
5 yemas de huevo
½ taza de azúcar pulverizado
1 taza de vino marsala (u otro vino blanco dulce)
¼ taza de licor dulce (kirsch, ron, curaçao o lo que tenga)
Preparación
Bata las yemas con el azúcar hasta que se vean casi blancas. Batiendo siempre, agregue de a poco el vino blanco. Ponga al fuego en un olla de doble fondo y bata constantemente con un batidor de mano (preferiblemente eléctrico) hasta obtener una mezcla homogénea y espesa. Debe aumentar de volumen casi al doble. Agregue el licor. Bata 5 minutos más y sirva caliente en copas de inmediato. (No se puede guardar).
Es otra salsa básica indispensable. Cualquier helado vulgar, servido en una copa, bañado en salsa de chocolate y coronado por una nuez o una cereza al marrasquino, se convierte en un postre de lujo. Puede perfumarla con vainilla, licor de frutas, esencia de almendra, etc. Además esta salsa es muy afrodisíaca, sobre todo cuando se lame en los dedos del amante.
Ingredientes
200 g de chocolate amargo
¾ taza de agua
½ taza de azúcar
1 cucharada colmada de mantequilla
Preparación
Disuelva el chocolate con el azúcar y el agua en una ollita de doble fondo, sobre el vapor. Revuelva y cuide que no se queme. Cuando obtenga una salsa espesa y homogénea agregue la mantequilla y aromatice a su gusto.
Como la de chocolate, esta salsa sirve para vestir de fiesta algún postre en un apuro.
Ingredientes
¼ taza de café bien concentrado
1 yema de huevo
1 cucharada de azúcar
1 cucharada de chocolate rallado
½ taza de crema fresca
Preparación
Bata la yema con el azúcar y el café. Cocine hasta que espese en una olla de doble fondo, sobre agua hirviendo. Retire del fuego y agregue el chocolate, revuelva para disolverlo bien y añada la crema. Puede servirse fría o caliente.
Ideal para helados y crêpes rellenas con crema chantilly o ricotta. Las frambuesas son frutas sensuales y frágiles, no deben hervir nunca, excepto al hacer conserva.
Ingredientes
2 tazas de frambuesas
1 taza de azúcar
½ cucharadita de glucosa
¼ taza de agua
Preparación
Haga un almíbar espeso con el azúcar, la glucosa y ¼ taza de agua. Deje enfriar. Pase las frambuesas por la licuadora. Junte con el almíbar.
Ingredientes
1 taza de salsa de manzana (Cómprela en frasco o en lata. Puede ser compota de manzana de bebé)
1 cucharadita de canela
1 pizca de clavo de olor molido
1 pizca de jengibre molido
2 cucharadas de azúcar pulverizado
1 naranja grande, ralladura y jugo
Preparación
Caliente a fuego suave la compota o salsa de manzana con todos los demás ingredientes hasta que hierva. Retire del fuego. Deje enfriar.
Ingredientes
1 taza de agua caliente
1 cucharada de maicena
½ taza de miel
2 cucharadas de mantequilla
1 cucharadita de ralladura de limón
Preparación
Disuelva la maicena en agua fría, cocine a fuego suave, agregue la miel, mantequilla y ralladura de limón. Bata hasta obtener una salsa suave.
Ingredientes
1 manzana pelada y sin pepas
1 banana
2 claras de huevo
3 cucharadas de azúcar
1 cucharada de jugo de limón
2 cucharadas de ron
Preparación
Ponga todo en la licuadora y bata bien. Sirva de inmediato sobre un bizcocho impregnado con almíbar. Esto no puede esperar mucho porque la banana se pone oscura.
Es diferente al sabayón. Se sirve caliente sobre un bizcocho esponjoso o helados, especialmente de vainilla o canela.
Ingredientes
½ taza de un buen vino tinto
½ taza de agua
4 cucharadas de azúcar
2 cucharadas de mantequilla
1 cucharada de maicena
1 palo de canela
1 trozo de cáscara de limón
1 pizca de sal
Preparación
Ponga todo menos la mantequilla en una cacerola y haga hervir a fuego suave por 4 minutos, revolviendo. Retire del fuego. Quite el palo de canela. Agregue la mantequilla y revuelva para que se disuelva. Sirva caliente.
Ingredientes
2 tazas de albaricoque en almíbar, en lata, sin el jugo
½ taza de jerez (o de licor de naranja)
1 pizca de sal
1 cucharadita de jugo de limón
También se puede hacer con durazno y otras frutas enlatadas. Acompaña muy bien panqueques, crêpes, bizcochos, tostada francesa, helados, etc.
Preparación
Mezcle todo en la licuadora. Cocine al vapor (olla de doble fondo) hasta que hierva. Sirva bien caliente.
La inventaron los ingleses para el famoso plum pudding, o budín de ciruelas, una verdadera bomba de calorías. Usted puede usarla para otros postres menos letales.
Ingredientes
3 huevos más 1 yema
4 cucharadas de agua
4 cucharadas de azúcar
4 cucharadas de ron
Preparación
Ponga todo en una cacerola de doble fondo sobre agua hirviendo y cocine revolviendo constantemente hasta obtener una salsa espesa. Sirva inmediatamente.
Estas recetas son para dos amantes de temperamento dulce, dispuestos a gozar el postre con delicadeza y calma. Hemos tratado de ofrecer recetas afrodisíacas, fáciles y rápidas, pero no podemos omitir una muestra de crêpes, soufflé y mousse porque ningún cocinero que se respete puede ignorar esas obras maestras.
Son evocativos: parecen senos.
Ingredientes
1 durazno grande maduro y pelado
2 bolas de sorbete helado de limón
2 cerezas al marrasquino 1 cucharada de licor de marrasquino
1 copa de champaña rosada
Preparación
Parta el durazno por la mitad y retire el carozo. Coloque cada mitad en una copa de boca ancha. Ponga encima una bola de sorbete, adorne con las cerezas y un poco del licor de las mismas, rellene las copas con champaña y sirva de inmediato.
Era el postre preferido de mi santa tía Teresa, quien a pesar de su alma cristalina, adquiría un brillo coqueto en la mirada cuando le servían estas peras.
Ingredientes
1 pera grande, madura y pelada, partida por la mitad
½ limón, jugo y ralladura
2 cucharadas de queso ricotta
1 cucharada de miel
1 pizca de nuez moscada
2 cucharadas de azúcar
1 vaso de vino tinto
1 palito de canela
Preparación
Ahueque el centro de las peras e imprégnelas con limón para que no se oscurezcan. Rellénelas con una mezcla de ricotta, miel, ralladura de limón y nuez moscada. Manténgalas en la nevera. Con el vino, el azúcar y la canela haga un almíbar espeso y perfumado. Vacíe el vino caliente sobre las peras heladas y sirva de inmediato.
Rápida y exótica.
Ingredientes
1 mango maduro pelado y sin carozo
1 banana en trozos
1 taza de crema espesa
2 cucharadas de azúcar
½ taza de frambuesas
2 cucharadas de licor de Cassis
Preparación
Muela en la licuadora todos los ingredientes, menos las frambuesas. Congele por 2 horas. Retire y bata de nuevo en la licuadora. Sirva muy helada, en copas, coronadas de frambuesas.
Ya sabe que el azafrán es afrodisíaco, pero ¿sabía que también se usa en postres?
Ingredientes
2 manzanas rojas
¼ taza de agua
1 taza de azúcar
2 cucharadas de jugo de naranja
1 pizca de azafrán en polvo (o 3 hebras)
2 cucharadas de Grand Marnier
4 cucharadas de crema chantilly
Preparación
Hierva hasta punto de caramelo claro, agua, azúcar, jugo de naranja y azafrán. Añada las manzanas peladas, sin pepas y partidas en cuartos. Cocine a fuego suave por 10 minutos volteándolas para que tomen color parejo. Retírelas, deje entibiar y rocíe con Grand Marnier. Acomode las manzanas en copas altas. Adorne con crema chantilly (crema fresca batida con azúcar impalpable y vainilla).
Éste es un postre que les gusta a todos los hombres y se prepara fácilmente.
Ingredientes
2 manzanas grandes rojas peladas
2 cucharadas de leche condensada
2 cucharaditas de azúcar
1 copita de jerez
1 cucharada de mantequilla
1 cucharada de jugo de limón
Cáscara de limón, canela y clavo de olor
2 guindas y 2 palitos de canela para adornar
Preparación
Remoje las manzanas por 10 minutos en agua fría con limón. Enmantequille dos pyrex individuales y esparza azúcar en su interior. Saque el carozo de las manzanas y coloque cada una en su recipiente. Rellénelas con leche condensada, limón, canela y clavo de olor. Humedezca las peras con el licor y con un trozo de mantequilla. Tape cada pyrex con papel plástico transparente. Cocine en el microondas por 7 minutos. Retire, entibie y adorne con una guinda y algo de canela. Evite la nevera para que no se endurezca la mantequilla.
El nombre verdadero es pecho de monja, pero por razones literarias hemos escogido algo más sugerente.
Ingredientes
1 taza de ciruelas secas picadas finas
4 claras
4 cucharadas de azúcar en polvo
¼ cucharadita de esencia de vainilla
Preparación
Bata las claras firmes y de a poco agregue el azúcar cernido. Añada la esencia de vainilla y suavemente las ciruelas picadas. Coloque en un molde enmantequillado y hornee (fuego moderado) por 1 hora. Se sirve con crema inglesa o con crema chantilly.
La frívola heroína de Flaubert inspiró este postre.
Ingredientes
1 taza bien colmada de cerezas, fresas, frambuesas y grosellas mezcladas
3 cucharadas de azúcar
2 cucharadas de kirsch
1 cucharadita de ralladura de limón
3 cucharadas de queso crema
4 galletas de champaña molidas
½ banana
Preparación
Retire el carozo de las guindas. Júntelas con el resto de la fruta y el azúcar y hiérvalas por 8 minutos. Retire, cuele, reserve el jugo y deje enfriar. Bata el queso con un tenedor y agregue la ralladura de limón y las galletas molidas. Agregue el jugo de la cocción y el kirsch formando una crema blanda. Coloque una base de esta crema en copas y cúbrala con la fruta roja antes de servir. Parta la banana en rodajas y adorne con ellas su postre.
Existe una gran cantidad de variantes; daremos la más fácil de hacer y que no falla. Debe hacerla temprano.
Ingredientes
2 tazas de crema
6 yemas
2 cucharadas rasas de azúcar
1 cucharada bien colmada de azúcar rubia
¼ cucharadita de vainilla
Preparación
En cacerola de doble fondo caliente la crema con el azúcar blanca y la vainilla. El agua no debe hervir fuerte. Agregue las yemas batidas revolviendo sin cesar. Retire cuando la crema espese y enfríe en la nevera (8 minutos). Cuando está bien helada espolvoree encima, hasta los bordes, el azúcar rubia. Coloque la fuente sobre otra con hielo picado. Ponga a horno fuerte con el fuego arriba para que se caramelice el azúcar (2 o 3 minutos). Retire y vuelva a helar hasta el momento de servir.
Postre fresco de verano que saca de apuros.
Ingredientes
1 banana
½ manzana
½ naranja, el jugo 1 kiwi pelado
1 clara de huevo
4 cucharadas de azúcar
1 cucharada de licor de menta
2 rodajas finas de limón
½ limón, el jugo
Preparación
Pele las frutas y ponga todo en la licuadora, menos las rodajas de limón. Bata fuerte por 3 minutos. Coloque la crema en copas altas y decore con la rodaja de limón en el borde de la copa.
Esta receta es muy abundante para dos personas, pero puede servirle para una pequeña orgía.
Ingredientes
½ piña fresca con sus hojas, cortada vertical
1 mango mediano picado en cubos
1 banana en rodajas
1 mandarina (en gajos)
½ taza de guayaba
3 cucharadas de azúcar
Jugo de ½ limón
2 cucharadas de licor de curaçao
1 taza de helados de vainilla
2 cucharadas de coco rallado
Preparación
Vacíe la piña, corte la parte comestible en cubos y guarde la base al fresco. Junte los cubos de piña con el mango, la mandarina y la guayaba, agregue la banana mojada en jugo de limón para que no se oscurezca y sazone todo con azúcar y licor. Rellene el fondo de la piña con helados y cubra con la fruta. Espolvoree coco rallado encima. Sirva de inmediato o ponga en el congelador para que no se derrita el helado.
¡Saturada de afrodisíacos: chocolate, nueces, café, licor, huevos!
Ingredientes
4 galletas champaña (o bizcochos secos) molidas
2 huevos
1 barrita de chocolate amargo(75 g)
2 cucharadas de nueces molidas
2 cucharadas de azúcar 2 cucharadas de mantequilla
½ tacita de café negro concentrado
1 cucharada de coñac
Preparación
Parta el chocolate y derrítalo en cacerola de doble fondo con 2 cucharadas de agua. Agregue el azúcar y la mantequilla. Bata bien agregando las yemas una a una. Cocine 5 minutos y retire. Bata las claras firmes e incorpórelas al chocolate, junto con las nueces. Agregue suavemente el café, el coñac y las galletas. Coloque en dos copas anchas y decore con crema chantilly.
Es el postre afrodisíaco por excelencia, de rigor en los buenos restaurantes y una invitación formal al amor. Hay muchas versiones de este postre; aquí daremos la más sencilla. Si se le desmorona, no haga comentarios, finja que quedó exactamente como pretendía y lo sirve en copas. Si ni así queda presentable, úselo como loción para masajes sensuales.
Ingredientes
170 g de chocolate amargo
3 cucharadas de café fuerte
2 huevos, yemas y claras batidas separadas
½ taza de crema espesa
1 cucharada de licor de naranjas
Unas gotas de vainilla
Preparación
Disuelva a fuego suave el chocolate en el café. Agregue las yemas, revuelva y cocine por 2 minutos. Retire, deje enfriar y agregue las claras, la crema, la vainilla y el licor. Ponga a helar en copas que puede decorar a su gusto.
El bavarois consiste en un merengue con claras de huevo batidas, almíbar, gelatina y un perfume liquido (café concentrado, limón, chocolate) o un puré semiespeso de frutas o nueces. Su resultado depende de las proporciones y de que el batido sea firme, preferiblemente utilizando la batidora eléctrica. Se enfría en un molde en la nevera varias horas y antes de desmoldar se pasa por agua caliente, para que caiga fácilmente en la fuente de servicio. Use su imaginación para hacer diferentes bavarois, aquí le damos un ejemplo.
Ingredientes
3 claras
1 ½ tazas de azúcar
¼ taza de agua
3 cucharaditas llenas de gelatina en polvo
½ taza de crema espesa batida
1 tacita de café concentrado
1 cucharada de chocolate amargo
Esencia de vainilla y ron
Preparación
Haga un almíbar con agua, azúcar y unas gotas de esencia de vainilla y ron. Bata las claras firmes (a nieve). Vacíe de a poco el almíbar a las claras y bata suavemente hasta que enfríe. Deshaga la gelatina en el café y chocolate caliente. Vacíelo sobre las claras utilizando un colador. Finalmente agregue la crema revolviendo suavemente. Vacíe la mezcla en moldes individuales previamente mojados y hiele. Para servir el bavarois, desmóldelo y cúbralo con crema inglesa.
Son panqueques tan finos que a veces parecen transparentes. El batido —de la consistencia de una crema clara— se puede perfumar con algún licor. Para que las crêpes resulten fácilmente deben ser hechas en la panquequera o sartén bien caliente, apenas untada con mantequilla o aceite. Utilice una cucharada grande de batido para cada crêpe. Apenas se desprenda (1 minuto) se voltea para que se cocine por el otro lado. Si la primera crêpe sale gruesa, añada algo más de leche al batido. Es recomendable hacer el doble de esta receta y guardar las que no se utilicen en la nevera, envueltas en papel de aluminio, para uso posterior. Incluso pueden congelarse. Esta es la receta básica para 10 unidades.
Ingredientes
1 huevo
1 taza de leche
3 cucharadas colmadas de harina
½ cucharada rasa de azúcar
1 pizca de sal
½ cucharada de vodka (pisco, ron u otro licor)
Preparación
Bata todo junto en la licuadora hasta que desaparezcan los grumos. Deje reposar el batido tapado, por media hora. Caliente la panquequera con muy poca mantequilla o aceite (conviene utilizar un pincel). Vierta una cucharada grande de batido y mueva para que se esparza la mezcla. Apenas despegue (1 minuto) voltee para cocinarla por el otro lado.
Las encontrará en todos los grandes restaurantes internacionales. Se sirven flambeadas, lo cual de por sí es un espectáculo muy estimulante. No son tan complicadas si tiene todo preparado antes.
Ingredientes
6-8 crêpes
50 g de mantequilla
50 g de azúcar vainillada
½ naranja, jugo y ralladura
4 cucharadas de Grand Marnier
4 cucharadas de coñac (Triple Sec)
Preparación
Mantenga las crêpes tibias. En una pequeña sartén, caliente la mantequilla. Agregue paulatinamente el azúcar, la mitad del coñac y la mitad del Grand Marnier. Agregue el jugo de naranja y la ralladura. Hierva moviendo la sartén a temperatura alta por 1 minuto. Se obtiene un almíbar espeso. Reduzca el calor al mínimo y doble las crêpes en cuatro. Páselas por el almíbar una a una hasta que queden bien impregnadas. Vierta encima el resto del licor caliente y acerque un fósforo. Sirva cuando la llama se apague. Toda esta operación es fascinante, hágala cerca de la mesa para seducir a su invitado.
Ingredientes
6 crêpes
3 cucharadas de queso crema
3 cucharadas de ricotta
4 cucharadas de azúcar
1 cucharada de ralladura de limón
1 pizca de nuez moscada
1 taza de guindas en lata con su jugo
2 cucharaditas de maicena
4 cucharadas de licor de guindas (kirsch)
Estas deliciosas crêpes son un verdadero concentrado de afrodisíacos.
Ingredientes
6 crêpes
2 tazas de higos frescos pelados
4 cucharadas de azúcar en polvo
4 cucharadas de nueces molidas
2 cucharaditas de coñac
1 pizca de nuez moscada
6 cucharadas de crema chantilly
Preparación
Deshaga con un tenedor los higos. Junte con el azúcar, nueces, coñac y nuez moscada. Rellene con esta pasta los panqueques dándoles forma cuadrada. Póngalos en la fuente de servicio y les da un golpe de microondas por 1 minuto. Retire y adorne con crema chantilly antes de servir.
Es una omelette flambeada al ron que usted puede variar al gusto según los caprichos de su imaginación y las sobras que tenga en la nevera.
Ingredientes
3 huevos enteros
1 clara de huevo
1 cucharada de mantequilla
1 cucharadita de harina blanca
1 pizca de sal
2 cucharadas de dátiles, sin pepas y partidos
2 cucharadas de pasas rubias de California, remojadas en agua y sin pepas
4 cucharadas de miel
3 cucharadas de mantequilla
1 copita de ron
Preparación
Cocine 3 cucharadas de mantequilla con la miel por 3 minutos. Agregue los dátiles y pasas. Cocine otros 3 minutos vigilando que no se pegue. Retire y guarde al calor. Bata las claras a nieve y agregue las yemas una a una. Incorpore la harina y una pizca de sal, batiendo 2 minutos. Caliente 1 cucharadita de mantequilla a fuego fuerte en una sartén pequeña. Vierta en ella el batido y revuelva con un tenedor desde el centro hacia las orillas. Despegue con una espátula los bordes de la omelette y baje el calor. Cuando dore el fondo, deslícela en un plato. Cúbrala con la mezcla de dátiles y pasas. Dóblela en dos, lleve a la mesa y sólo entonces vierta sobre ella el ron previamente calentado y enciéndalo.
Toda cocinera teme el soufflé porque suele quedar medio crudo al centro o bajarse apenas sale del horno. Éste es delicado de sabor y seguro, bueno… todo lo seguro que podemos estar en esta vida.
Ingredientes
3 huevos, separada clara de yema
1 cucharada grande de mantequilla
2 cucharadas de azúcar
4 cucharadas de pan rallado (o migas de galletas en polvo)
4 cucharadas de mermelada de albaricoque
Preparación
Bata el azúcar con la mantequilla hasta formar una crema. Agregue las yemas y bata 2 minutos más. Agregue la mermelada y el pan rallado. Finalmente añada las claras batidas firmes como para merengue. Coloque la preparación en un molde de doble fondo enmantequillado. Pueden ser moldes individuales puestos sobre un pyrex con un poco de agua. Hornee 15 minutos a calor moderado. Sirva caliente con salsa de damascos.
¿Recuerda mi sueño del arroz con leche al principio de este libro? No puedo imaginar un postre más sensual… Esta receta es para ocho personas normales, pero me parece un crimen reducirla. Yo soy capaz de devorarla sin parpadear en una sola sesión, no veo por qué sería diferente en su caso, lectora o lector. Si llegara a sobrar, puede guardarlo en la nevera y si el buen humor le alcanza, use los restos para cubrir a su amante de pies a cabeza con este lujurioso arroz con leche y luego lamerlo lentamente. En una ocasión así las calorías se justifican.
Ingredientes
½ taza de arroz
10 tazas de leche
2 tazas de azúcar
1 palo de canela
1 cucharada de canela en polvo
1 trozo de cáscara de limón
4 tazas de agua tibia
Preparación
Remoje el arroz en el agua tibia por media hora. Cuélelo. Ponga a hervir el arroz con la leche y el palo de canela hasta que ablande, más o menos media hora. Agregue el azúcar y la cáscara de limón y continúe el hervor a fuego muy suave, revolviendo de vez en cuando para que no se pegue, hasta que espese, alrededor de media hora más. Colóquelo en una fuente, enfríelo en la nevera y, antes de servir, espolvoree encima la canela en polvo.