«SABIO Derviche (dijo entonces Hafez a Bektasch) empiezo a ser de tu opinión y sospecho que los pueblos campesinos podrían no estar tan descontentos como yo suponía, pero carecen de dinero y eso es lo que ha impedido al pueblo de Mosul tener un ejército como el de sus vecinos». «Pero (contestó Bektasch) cuando el pueblo de Mosul quiera hacer como sus vecinos, debe hacer la misma cosa que ellos y tomárselo de un modo diferente, porque qué diríais de un manco que no tuviera mano derecha y que no quisiera utilizar jamás su mano izquierda porque sus vecinos utilizan la otra».