CAPÍTULO VI — Habib Tai

HAFEZ se despidió de los desafortunados hijos de Khedar y prosiguió su camino por el desierto. Por la tarde, el guía de la tribu de Tai le dijo: «Señor, veo avanzar camellos con silla al modo de mi tribu, permitidme que vaya a reconocer la tribu y que los conduce y les informe del motivo de vuestro viaje».

El guía regresó con un joven que le dijo a Hafez: «Soy Habib Tai, el hijo de ese Hatem al que deseáis conocer. Ningún extranjero me ha dejado nunca sin haber aceptado de mí algún presente y no quiero que el viaje que he emprendido me prive del placer de ofrecéroslo y confío en que no rechazaréis el jumento que estoy montando, ya que poseo otros que son del mismo valor, pero que bastarán para llevarme hasta las tiendas de los Beni-Khedar, a donde mi padre me envía para saber si todavía tienen necesidad de socorro».