II

A PAN

Sentado en una cañada entre bosques

A orillas de un arroyo bordeado de juncos

Meditaba yo un día, cuando adormeciéndome

Me vi sumido en un sueño.

Del riachuelo surgió una figura

Medio hombre y medio cabrío;

Tenía pezuñas en vez de pies

Y una barba adornaba su garganta.

Con un rústico caramillo de caña

Tocaba dulcemente aquel ser híbrido,

Y yo olvidé todo cuidado terreno

Pues sabía que era Pan.

Ninfas y sátiros se congregaron

Para gozar del alegre sonido.

Demasiado pronto desperté con pesar

Y volví a las moradas de los hombres,

Pero en valles campestres yo querría vivir

Y escuchar de nuevo la flauta de Pan.