ESTRELLA VESPERTINA
La vi desde aquel lugar escondido y silencioso
Donde el viejo bosque oculta a medias la pradera.
Brillaba a través de los esplendores del crepúsculo… pálida
Al principio, pero con una cara que poco a poco se encendía.
Llegó la noche, y aquel fanal solitario, teñido de ámbar,
Hirió mi vista como nunca lo había hecho antaño;
La estrella vespertina, pero mil veces aumentada,
Encandilaba aún más en aquella quietud y aquella soledad.
Trazaba extraños dibujos en el aire estremecido…
Recuerdos borrosos que siempre habían llenado mis ojos…
Inmensas torres y jardines, curiosos mares y cielos
De alguna vida imprecisa… no sé de dónde.
Pero entonces supe que a través de la bóveda cósmica
Aquellos rayos me llamaban desde mi lejano hogar perdido.